El Ministerio de Hacienda amargo el fin de año a los bolsistas
La Bolsa de Madrid ha terminado el año con unas sesiones orientadas al alza, en las que se contrató con una fluidez casi olvidada -el martes se negociaron más de 2.000 millones de pesetas-, y donde los derechos de suscripción continuaron centrando el interés de los inversores. Los va lores del sector bancario, a pesar de que en general contaron con un ligero predominio de las ventas, repitieron sus precios prácticamente en bloque.Sin embargo, la atención de los especialistas en la última reunión estuvo centrada en el contenido del Decreto 3.149/81, del Ministerio de Hacienda, por el que se establece que el precio de contabilización de las acciones total o parcialmente liberadas con cargo a las cuentas de regularización que entreguen las sociedades será el que efectivamente se desembolsé.
Este nuevo decreto ha puesto fin a las esperanzas de quienes adquirieron derechos con la intención de suscribir las nuevas acciones para luego venderlas declarando minusvalía, al establecer que únicamente podrán ser objeto de este tratamiento las nuevas acciones cuya venta ya se haya efectuado con anterioridad al día 29 del pasado mes de diciembre.
La medida desató las iras de los especialistas, que se consideraban poco menos que estafados por la Hacienda Pública, y que destacaban la tremenda inseguridad que representaba esta modificación, cuandu en el reglamento del impuesto sobre la renta, publicado apenas hace dos meses, se recogía la posibilidad -de considerar la parte liberada de las nuevas acciones como coste.
También para la CEOE la medida ha sido contraproducente y pone en peligro las ampliaciones de capital que puedan realizar este año las sociedades, pues además se reducirá al 15% la desgravación por inversiones en derechos de suscripción.
Por su parte, fuentes próximas al Ministerio de Hacienda salieron al paso de las afirmaciones -adelantadas por algunos especialistas- que señalaban que la medida tenía un claro matiz retroactivo, señalando que la norma carecía de retroactividad, pues se mantenía la situación anterior para todas las ventas que se hubiesen realizado con anterioridad a la publicación del decreto, ya que el hecho impositivo se produce en el momento en que se enajenan las acciones, no cuando se adquieren los derechos.
No obstante, fuentes empresariales han señalado la particular¡dad de la situación, y han insistido en que prácticamente se podría hablar de unos "derechos adquiridos" por los suscriptores que establecieron sus criterios en base a una norma que había sido refrendada dos meses antes.
Por lo demás, el mercado mantuvo sus características de las últimás jornadas, con poca decisión por parte de los inversores para adquirir compromisos en valores fuera de los cuadros bancario o eléctrico, con operaciones de maquillaje en valores concretos, para presentar mejor aspecto ante el cierre anual -Telefónica aguantando como pudo su brusca subida del martes-, y en general con la vista puesta en la segunda mitad del presente mes de enero, para intentar descubrir cuál será el comportamiento del mercado una vez que se hayan producido los pagos de los dividendos.
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