Apagón general en media España provocados por vientos huracanados e inundaciones
Más de la mitad del territorio peninsular quedó ayer sin suministro eléctrico durante tres horas, a causa de cortocircuitos provocados en líneas de alta tensión por vientos que alcanzaron hasta 160 kilómetros por hora, Se produjeron apagones generales en la región centro, Extremadura, Andalucía y Levante, así como cortes intermitentes en Cataluña, Castilla-León y puntos de Galicia. Los vientos huracanados y las fuertes lluvias provocaron destrozos en numerosas ciudades, así como la muerte de al menos tres personas -una en Huelva, otra en Burgos y la tercera en Madrid- y heridas de distinta consideración a otras cincuenta, la mitad de ellas en Valladolid.
Los vientos huracanados que ayer se desataron sobre la Península adquirieron en algunas zonas -Salamanca y Valladolid, por ejemplo- velocidades de hasta 160 kilómetros por hora. En estos puntos, los vientos derribaron algunas torres, y varias líneas de alta tensión sufrieron oscilaciones y posteriores contactos que provocaron sendos cortocircuitos. Estos causaron la desconexión automática, por razones de seguridad, de varias centrales térmicas.La primera línea que se disparó fue la de Villarino (Salamanca)-Tordesillas (Valladolid), de cuatrocientos kilovoltios de tensión. Posteriormente lo hicieron la de Tordesillas-Madrid, Tordesillas-La Mudarra y las dos que unen La Mudarra y Madrid. En España, el fluido eléctrico se encamina de Norte a Sur. Al dispararse las líneas con destino a Madrid, se cortó el fluido de la red hacia el Sur, región extremeña y zona levantina, donde las centrales pudieron suministrar energía a puntos concretos.
Paralelo a los disparos de líneas en Valladolid se registró uno en las línea Vandellós (Tarragona)-La Plana (Castellón), que provocó pequeños cortes de luz en Cataluña y derivó en el corte de las interconexiones con Francia.
A las 14.30 horas, media hora después de que se hubiese producido el primer disparo de línea de alta tensión, había en España catorce centrales térmicas paradas, según fuentes de la Asociación de Empresas para la Explotación del Sistema Eléctrico (Aseléctrica). En esos momentos quedaban fuera de servicio 4.500 megavatios térmicos, que equivalen a algo más de un tercio del fluido de origen térmico e hidráulico colocado en la red antes de los cortes de suministro.
Tres horas de apagón
Los servicios técnicos de las compañías eléctricas trataron de restablecer el suministro desde que se produjo el primer disparo, pero necesitaron tres horas para la localización de las líneas cortadas y la puesta en marcha de las centrales térmicas, razón por la que a a partir de las cinco de la tarde comenzó a llegar fluido a los usuarios. En esta vuelta a la normalidad colaboró el sistema hidráulico del Tajo, que entró completo en servicio.
Según fuentes de Aseléctrica, el suministro para hoy está garantizado, salvo que vuelvan a desencadenarse sobre la Península ráfagas de viento con inusuales puntas de velocidad de hasta 160 kilómetros por hora, para los cuales no está preparado el tendido de alta tensión.
Toda Cataluña experimentó cortes en el suministro de energía eléctrica como consecuencia de los fuertes vientos que azotaron a las zonas sur y centro de la Península. A las 13.57 horas se produjo la desconexión de las redes eléctricas catalanas con las de Valencia y Sevilla. Casi una hora después, a las 14.59 horas, se disparó un grupo de producción de la empresa Fuerzas Eléctricas de Cataluña, SA (FECSA), situado en la población barcelones de San Adrián del Besós, de una potencia de setecientos megavatios, lo que afectó a las líneas de transporte de alta tensión.
El momento más grave se produjo sobre las 15.30 horas, cuando con el suministro cortado en forma selectiva y las conexiones cortadas con el resto de España, se produjo también un corte en las conexiones con Europa, lo que provocó un aislamiento de Cataluña respecto a la totalidad de las conexiones eléctricas, que hubiera podido llevar a un apagón total.
Estudiante muerto en Burgos
Un estudiante, Julio Isidoro Moreno, de veinticinco años, resultó muerto en Burgos al caer sobre él una tapia derribada por el viento, en la calle de Andrés Martínez Zatorre. El joven iba acompañado por su hermano, José Alberto, de veintiún años, quien resultó herido grave. El viento alcanzó en Burgos los 115 kilómetros por hora, y ocasionó la caída de árboles y ramas en varios paseos. El río Arlanza se desbordó.
Las otras dos muertes provocadas por el temporal se produjeron en Madrid y Huelva, como se explica en otras páginas. El total de heridos es de medio centenar, de los cuales seis se encuentran graves, según los balances de que se disportía anoche.
Un suceso que pudo revestir excepcional gravedad se produjo en Pamplona, al caer una grúa sobre bloques de viviendas. Estos resultaron con graves desperfectos, pero no se registraron heridos.
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