La enseñanza militar
Nos lamentamos todos de que parte sustancial de las Fuerzas Armadas muestren escasa o nula identificación con los principios constitucionales. Mi marido, que es militar del Ejército del Aire, afirma que no desea que conciudadano alguno llegue a identificar su uniforme con el golpismo fascista. Dice también que sólo se sentirá plenamente militar cuando ciertos compañeros (cada vez lo son menos) suyos acaten plenamente la Constitución y la democracia o, en caso contrario, abandonen las Fuerzas Armadas, voluntariamente o no. Añade que ya no se considera moralmente ligado a los militares que diariamente insultan al Rey y a las instituciones que el pueblo -o sea, todos nosotros- se ha dado. No cesa de repetir que él sólo es militar para ayudar al resto de los españoles a terminar de conseguir la democracia y la libertad, no para esclavizarles.Naturalmente, mi marido no cree que la propia organización castrense española posea fuerza endógena y reformista capaz de adecuar la mentalidad fascistoide y reduccionista de cierto sector militar a la realidad de las aspiraciones españolas; él se niega a ser incluido en ese grupo de células muertas que yacen en el entramado social de la España de ahora.
Tampoco cree mi marido que el poder político civil posea la voluntad suficiente para poner al día las seseras de estos militares ultras, eternos conspiradores contra la paz de España. Tenemos el ejemplo de la Academia General del Aire, cuyo director, Alejandro García, no parece esforzarse en que los cadetes reciban una formación plena en lo humanístico y en lo político-social, bases imprescindibles del militar moderno; el plan de estudios se diluye, se desvirtúa según la santa voluntad de los responsables del mismo. Llega un coronel para dirigir la Academia y cambia lo que quiere y cuando quiere.
Lo mismo sucede en la Escuela Superior del Aire, dirigida por el general Bengoechea, quien se ha permitido. suprimir la materia de Sociología; durante el presente curso escolar los alumnos de 1º y 2º cursos de Estado Mayor del Aire no estudiarán Sociología, y quizá los de 1º tampoco estudien el próximo año la Historia de las ideas políticas, materias básicas para desfanatizar a algunos y hacerles entrar en razón. Dice el general Bengoechea que tales materias "causan división en las Fuerzas Armadas". Y de todos es bien sabido que quienes dividen las Fuerzas Armadas son los paisanos y militares amigos de la dictadura y el fascismo, los que insultan gravemente al Rey y ponen todas las trabas posibles para que ni siquiera las Reales Ordenanzas sean perfectamente conocidas y digeridas, desde los generales hasta los últimos reclutas.
¿Qué hacer cuando ya no hay disciplina y ciertos jefes de unidad carecen de reparos pata reunir a sus subordinados e informarles que "no se identifican con laforma de tramitar a la luz pública el manifiesto de los cien", aunque "suscriben el contenido del mismo"? ¿Hemos de aguardar con los brazos cruzados a la próxima algarada de militares indisciplinados y sin honor que dicen servir a España y confunden el verdadero honor militar con la soberbia más cerril, egoísta y hasta satánica?
¿Quién controlará la enseñanza militar en materias humanísticas y sociales para erradicar el golpismo fascista?/
licenciada en Derecho.
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