Los acuerdos UCD-PSOE condicionan la autonomía cántabra

Cantabria cuenta desde ayer con Estatuto de Autonomía, tras cuatro años de ininterrumpidas gestiones de la clase política regional. Un largo proceso que no ha estado exento de conflictos y que ha dado lugar a una importante remodelación del panorama político cántabro.Fue en agosto de 1977 cuando se reunió por primera vez la junta de parlamentarios elegidos en las elecciones ese mismo año, al objeto de estudiar la posibilidad de solicitar la preautonomía para Cantabria.

La oposición de dos diputados y los tres senadores de UCD hizo imposible la preautonomía, que, sin embargo fue el motivo para reunir, en septiembre de ese mismo año, a cerca de 10.000 cántabros en la más importante manifestación conocida hasta entonces en la región.

Esta voluntad popular fue recogida por todas las formaciones políticas, a excepción de AP, en los programas electorales con que se presentaron a los comicios celebrados en la primavera de 1979. Tanto UCD como el PSOE, PCE y el recientemente creado Partido Regionalista de Cantabria (PRC) situaron en sus candidaturas a hombres inequívocamente comprometidos con la reivindicación autonomista de la región cántabra.

El 10 de septiembre de 1979 se reunió por primera vez la asamblea mixta de parlamentarios y diputados provinciales encargada de elaborar el texto del Estatuto. Desde abril de 1980, en que el proyecto de Estatuto de Cantabria fue entregado al presidente del Congreso, Landelino Lavilla, hubo de transcurrir un año para que la ponencia designada por el Congreso comenzase su trabajo.

Las enmiendas pactadas entre centristas y socialistas, en la línea de los criterios autonómicos marcados por el llamado Informe Enterría, posibilitó un amplio acuerdo en el Congreso de Diputados.