Supuesto fraude comercial en los símbolos del Mundial-82
La policía investiga un supuesto fraude, de proporciones extraordinarias, relativo a la explotación de los símbolos del Campeonato Mundial de Fútbol de 1982. La licencia de comercialización y promoción de estos símbolos en todo el mundo fue adjudicada, el 20 de mayo de 1979, a la empresa Rofa Sport Management, a través de un contrato por el que dicha empresa se comprometió a entregar a la Federación Española de Fútbol un capital mínimo aproximado de 1.419 millones de pesetas en marcos alemanes. Varias de las compañías multinacionales más importantes habrían hecho ya inversiones que podrían acercarse a los 17.000 millones de pesetas con Rofa Sport Management, lo que podría dar al caso una importancia excepcional.
Por el momento, las claves conocidas del asunto son muy escasas. La denuncia ha sido formulada por la Federación Española de Fútbol: un grupo de personas, cuyas identidades no han sido reveladas, habría diseñado unos logotipos casi idénticos a los oficiales; la diferencia se limitaría a unas pocas letras o a una ligerísima diferencia en los dibujos. Sin embargo, el efecto comercial de los anagramas o falsas mascotas sería inevitable, y sus promotores habrían inundado ya líneas comerciales de todo el mundo. Si tales supuestos se confirman, las inversiones y desembolsos de las grandes compañías pueden perder eficacia o ser casi inútiles. Según se cree, el fraude a la propiedad industrial ha sido confirmado de modo indudable en determinadas prendas y artículos textiles.El 20 de mayo de 1979, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Pablo Porta; su secretario general, Agustín Domínguez, y el presidente del Real Comité Organizador del Mundial-82, Raimundo Saporta, así como un representante de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y otro de la empresa Rofa Sport Management, suscribieron un contrato para la comercialización del torneo. En este documento, cuyo ámbito territorial es el mundo entero, según reza en su artículo cuarto, se especificaban los poderes y competencias de la compañía.
De acuerdo con el apartado a) del artículo quinto, los organizadores ceden "todos los derechos y oportunidades de comercialización, propaganda y promoción, estadio y otros derechos especiales, la música oficial, todos los ítems conmemorativos (incluyendo medallas en forma de monedas -pero sin curso legal-, sellos sin valor postal, medallones, libros, guías y otros objetos de regalo), programas y publicaciones, excepto el material publicitario de la competición sin anuncios, anuncio de los cronometrajes y en los cronometrajes, licencia de comercialización y promoción de la mascota, símbolo y leyenda oficiales de la competición (símbolos), todas las promociones relacionadas con las ceremonias de apertura y clausura, actos oficiales. Prensa y y cualquier otro acontecimiento afín, uso y exhibición de los símbolos en periódicos, revistas y cualquier otra publicación (excepto cuando se use por los medios de difusión como parte de la información general relacionada con la competición)". También se transfieren el poder para "autorizar a otros el uso de estos derechos durante el período de vigencia de contrato", es decir, hasta el 31 de diciembre de 1983, y para. "designar todos los proveedores oficiales en la Competición ante el Organizador...".
En el artículo octavo del contrato se estipulaba la creación de una sociedad anónima con sede en España, "cuyo capital deberá ser propiedad de las partes en iguales proporciones ... ". Dicha sociedad se encargaría de "la administración de cualquier operación comercial en relación con la competición que emprendan licenciados residentes en España y que no formen parte de un grupo multinacional". De acuerdo con este artículo, fue fundada Ibermundial. Como retribuciones, la Federación debería recibir treinta millones de marcos alemanes (diez millones, antes del el 31 de mayo de 1979; diez antes del 30 de septiembre de 1980, y el resto, antes del 30 de diciembre de 1982), y también un 50% de los beneficios netos de la sociedad anónima Ibermundial, concepto por el que se garantizarían otros tres millones de marcos alemanes. Al cambio actual, la Federación se aseguraría unos 1.419 millones de pesetas.
La extraordinaria repercusión comercial del Campeonato Mundial de Fútbol ha motivado ya una larga serie de compromisos económicos de las grandes empresas multinacionales con la compañía Rofa Sport Managernent.
Se calcula que, hasta hoy, la inversión global para el aprovechamiento publicitario de los símbolos se aproximaría a los 17.000 millones de pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Piratería marítima
- Mundial 82
- Piratería informática
- Falsificación marcas
- Marcas registradas
- RFEF
- Campeonato mundial
- Delitos propiedad intelectual
- Falsificaciones
- Delitos informáticos
- Mundial fútbol
- Fútbol
- Federación española
- Organizaciones deportivas
- Delitos
- España
- Competiciones
- Sucesos
- Bienes consumo
- Deportes
- Justicia
- Comercio