Todos ilesos.
El tren de aterrizaje del Fokker F-27 de la fotografía, perteneciente a la compañía interior holandesa NLM, no resistió el impacto contra las pistas de Schiphol, el aeropuerto de Amsterdam. El aparato, con 23 pasajeros y 3 tripulantes, que procedía de Bremen, RFA, se deslizó sobre su fuselaje casi 50 metros, pero todo quedó en el susto y ninguno de sus ocupantes resulto herido.
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