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El aceite de RAPSA se comercializó cuando ya había víctimas, según uno de los acusados

El aceite de colza desnaturalizado que la empresa de Alcorcón Raelca adquirió a RAPSA, de San Sebastián, y ordenó refinar en la empresa ltehache, de Sevilla, al que se ha considerado hasta ahora responsable de la intoxicación masiva y de más de doscientos fallecimientos, no había salido al mercado a primeros de mayo cuando ya existían algunas víctimas, según ha declarado a EL PAÍS, en la prisión de Carabanchel, Ramón Ferrero, principal responsable de la primera firma citada.

Este y otros extremos de la compleja historia del desvío de aceite para usos industriales al consumo humano van a ser investigados a partir de hoy por Alfonso Barcalá, titular del Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional, competente en el caso, que llevará a cabo interrogatorios y careos de quince personas detenidas, algunas de las cuales se encuentran ya procesadas por supuesto delito contra la salud pública. Esta nueva fase del procedimiento se realiza por iniciativa de la acusación privada.Otro de los aspectos insuficientemente aclarados del asunto es la existencia de aceite tóxico en Andalucía. Alrededor de ochenta toneladas fueron inmovilizadas en Marchena (Sevilla), y de su paternidad nadie quiere hacerse responsable. La parte no apta para el consumo de este aceite procedió de Cataluña, donde se refinaba la colza desnaturalizada por el mismo procedimiento que el empleado por Raelca. Sin embargo, el aceite del circuito catalán no ha provocado ningún enfermo, y no contiene anilina, mientras el de Raelca presenta cierta cantidad de esa sustancia, que podría deberse a fallos en la elevación de temperatura durante la última fase del refino, y su consumo coincide estadísticamente con los casos de intoxicación.

Páginas 23 a 27

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