Arabia Saudí aplica
las leyes del Islam a los delincuentes, como lo demuestra la lapidación ayer de un hombre, acusado de asesinato, mientras que otro, convicto del mismo delito, fue decapitado en la ciudad de Jedah. Las autoridades han asegurado que están dispuestas a "perseguir a los criminales y preservar la seguridad aplicando las leyes de Dios".
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete_