El nuevo Gobierno

( ... ) El presidente Calvo -Sotelo adelantó la crisis veinticuatro horas sobre la fecha avanzada en todas las previsiones, seguramente para anticiparse a la oferta-reto que Felipe González iba a hacerle con toda probabilidad en la conferencia de Prensa que convocó a mediodía de ayer, martes. La posibilidad de que, a través de los medios informativos, el primer líder de la oposición propusiera nuevamente un Gobierno de coalición o la variante de una especie de Gobierno de concentración debió aconsejar al presidente ganar por la mano el envite, no sólo para restar protagonismo al secretario general del PSOE -y con ello cualquier. interferencia en la orientación dada en principio al nuevo Gabinete-, sino también, y fundamentalmente, para no verse obligado a desestimar una oferta que en cierto modo haría recaer sobre su partido y sobre él mismo una cierta dosis de responsabilidad histórica.Esta rapidez forzada en la resolución de la crisis, que obligó a reajustes de última hora, demuestra hasta qué punto el equilibrio entre las distintas familias de UCD aparece en el fondo de la remodelación, con su secuela de vencedores y vencidos. Pero también muestra, en la forma, en qué medida la fulminante respuesta presidencial ha parado en seco una operación política de mucho más largo alcance que el reparto de poder interno en UCD.

Obviamente, el riesgo de esta jugada de anticipación ha forzado a un cambio de estrategias en las fuerzas de la oposición, que se ha puesto de relieve, en un primer momento, en las acerbas críticas que ha recibido de los líderes socialistas, comunistas y de las fuerzas sindicales, y se ha centrado en el silencio como castigo por parte de la CEOE y en las tímidas reticencias del portavoz de AP, Fernando Suárez, que hubo de asumir con su ambigüedad la previsible andanada del líder aliancista, Fraga, ausente de España en tan crítico momento. ( ... )

3 de diciembre