Rebrota la tensión entre Solidaridad y el Gobierno polaco

La situación en Polonia, tras el desalojo por la fuerza de la escuela de bomberos de Varsovia el miércoles, entra en una fase en que las autoridades y el sindicato independiente Solidaridad vuelven a sus posiciones enfrentadas, sin que se pueda descartar una confrontación abierta.El dirigente sindical Lech Walesa atirmó el mismo miércoles, ante los sucesos de la escuela de bomberos que, "quieren hacernos retroceder, pero no retrocederemos", y ayer, en la reunión del Presidium (dirección colegial) del sindicato en Radom, el líder polaco afirmó: "No es el momento de la confrontación, pero ésta se producirá tarde o temprano"

Walesa estableció una conexión entre la operación paramilitar del miércoles y el eventual recurso del Gobierno a las medidas de excepción, que deberá votar próximamente el Parlamento (Sejm). "Si recurren a tales medidas", dijo Walesa en una concentración obrera, "estamos completamente decididos a ir a la huelga general".

Por su parte, fuentes oficiales declararon que la acción contra la escuela de bomberos responde a una estrategia de las autoridades planeada hace dos meses y que tenía como objetivo actuar con firmeza contra cualquier huelga que no tuviera carácter puramente obrero (los bomberos dependen del Ministerio del Interior), y demostrar así a los militantes comunistas que su partido (el POUP) está decidido a actuar de ahora en adelante con toda firmeza.

A ello hay que unir que la acción de la milicia coincidió con la reunión, en Moscú, de los ministros de Defensa del Pacto Varsovia, con lo cual las autoridades. han querido demostrar su determinación política a sus aliados del Este europeo.

El clima previo a la reunión a puerta cerrada del Presidium de Solidaridad, a la que fueron invitados además los 38 jefes de los sindicatos regionales, era de desánimo e inquietud.