Se acentuó la debilidad de las bolsas españolas

Los mercados de valores han acentuado su orientación bajista, desbordando las órdenes de venta las previsiones pesimistas que se avanzaban al cierre de la sesión anterior, y presentando unos cierres que dejaban poco lugar a la esperanza, al menos esa era la impresión generalizada entre los especialistas.Los valores que concitan mayores fervores en los últimos tiempos, los bancos, fueron ayer testigos de excepción de la celeración de los saldos vendedores. En el mercado madrileño cuatro de las grandes entidades del sector optaron por no realizar cambio ante la avalancha vendedora que llegó a representar unos saldos vendedores superiores a los 500.000 títulos para los siete mayores bancos. Banesto, Central, Santander y Popular, siguiendo el ejemplo que marcase éste último eludieron marcar cambio ante la evidente desproporción que existía entre las órdenes de venta y las de compra, en favor de las primeras.

Banesto presentó unos saldos de venta de 195.200 acciones. A pesar de que el nominal de los títulos de esta entidad es de 250 pesetas -la mitad del resto de sus compañeros, con la excepción del Santander- encabezó con mucho el ranking de oferta, ya que el Hispano, la segunda entidad con más títulos puestos a la venta, tenía un saldo de 67.900 acciones.

Esta situación de ausencia de cambio ha dado lugar a que se recordase la nueva normativa vigente y que se considerasen las cantidades de oferta no retiradas en el plazo de quince minutos como vinculantes para la reunión de hoy. No gustó demasiado a los especialistas este nuevo modelo operativo pero, en definitiva, no tuvieron más remedio que plegarse a las exigencias del guión y se produjeron algunas retiradas de órdenes vendedoras.

No obstante, esta situación claramente negativa no afectaba únicamente a las acciones bancarias. Las eléctricas también observaron cesiones en sus precios, como consecuencia de las crecientes órdenes vendedoras. El resto del mercado se vió igualmente afectado por la corriente vendedora y chicharrillos, junto con valores más o menos serios, se mezclaban en una complicada amalgama .

Este panorama de depresión general terminó afectando también a los precios de los derechos de suscripción, auténticas estrellas de las sesiones y, en general, también se produjeron bajas en sus precios. Ayer terminó la ampliación del Hidroeléctrica del Cantábrico con los cupones pagándose en el mercado madrileño a nueve pesetas, frente a un precio teórico de quince, con una fuerte corriente demandante que quedó prácticamente insatisfecha. Esta es la primera ampliación de una eléctrica en las proximidades del fin de año que se cierra.

Los comentarios en las salas de contratación se mostraban cada vez más hirientes en lo que respecta a la remodelación del Gabinete de Calvo Sotelo. Este clima de incertidumbre no está sentando nada bien al mercado. Los sobresaltos, y la evidente falta de una solución difinitiva a la crisis del partido gubernamental, han sido rechazados de plano por los inversores, quienes esperaban encontrar en una remodelación más amplia y posiblemente más orientada hacia planteamientos conservadores, la última razón para producir alguna subida de tipo especulativo en una bolsa como la actual, en la que por este año todo parece decidido.