Urano entra en Sagitario
En mi condición de estudioso de la astrología, considero imprescinclible aportar algunas opiniones al editorial de su periódico "Urano entra en Sagitario", del día 14 de noviembre.De la astrología cabe tener una concepción (y una práctica) distinta de la prediccionista: la de una no desdeñable aportación al conocimiento del simbolismo psíquico humano (y, por tanto, a la psicología y a ciertas ramas de la filosofía). Aunque es obvio que tales sutilezas se escapan a la mayoría de los pitonisos y pitonisas tan en boga.
En cuanto a esta moda actual (en la medida en que efectivamente lo es, no en la que responda a necesidades profundas que la ideología racionalista deja insatisfechas), pasará, sin duda, para bien de la astrología y de cuantos seriamente nos dedicamos a ella: es este un saber (del que no pocas Figuras cumbre del pensamiento han sido fervientes partidarios, de Galileo y Képler a C. G. Jung) que seguramente no existe para la frivolización y manipulación de que es objeto. Aunque hay que reconocer que las más racionales de las ciencias no se libran de ser manipuladas: véase lo que se ha hecho a partir de la ecuación E=C2m.
Realmente ignoro si está habiendo en la actualidad algún tipo de utilización política de datos astrológicos. Si tal fuera el caso, tampoco me extrañaría demasiado: hay precedentes históricos que no dejan lugar a dudas en cuanto a la "flexibilidad metodológica" de los totalitarios. Ellos no hacen remilgos frente a lo considerado irracional o anticientífico. Lo tienen bien claro: el caso es que funcione.
No quiero dejar de tocar un asunto, digamos de fondo: la vitalidad y la fuerza desusada de que da muestras hoy la astrología en España y en gran parte del mundo también puede guardar alguna relación con el hecho de que el sumario juicio de la misma, dándolapor una falsa ciencia muerta y enterrada, sea una de las páginas peor resueltas en todo tratado de filosofía e historia de la ciencia.. . Se trata de un cadáver que siempre ha respirado más de lo debido.
Quiero, por último, expresar mi completo acuerdo con los párrafos Finales del editorial: si la interpretación unilateral del símbolo de Urano (en realidad, lo brusco, lo imprevisto, un dato inestable ... ) al entrar en Sagitario (signo que probablemente se relaciona, en efecto, bastante con España) que algunos hacen correspondiera a los hechos, entonces no me cabe duda de que pocas estrellas podrían ser (públicamente, al menos) auscultadas por mí y por mis colegas honestos en el campo específico de la astro-mundial aplicada a España. Por la continuidad, también, de la libertad de investigación incluso astrológica, espero que ese abanico de posibilidades concretas, que es todo símbolo, no se materialice precisamente de ese modo./ .
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