Dos magistrados niegan haberse sumado al homenaje a Adolfo de Miguel

Los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Bernardo Francisco Castro Pérez y Mariano Gómez de Liaño han negado, a través de la oficina de Prensa del Consejo General del Poder Judicial, que hayan firmado la convocatoria de homenaje al que fue presidente de dicha Sala en los años 1967 a 1979, Adolfo de Miguel Garcilópez, actualmente abogado en ejercicio y defensor de varios procesados en la causa por el frustrado golpe de Estado del 23 de febrero pasado.

Los dos magistrados aludidos manifiestan también en dicha nota que desconocen absolutamente la existencia de la denominada Asociación Cultural Afirmación Española, a cuya sugerencia ha sido convocado el homenaje.La noticia sobre el citado homenaje fue publicada en el diario El Alcázar de fecha 24 del presente mes, que añadía la lista de los primeros firmantes de la convocatoria. Bajo el título de «Homenaje de los profesionales del Derecho a don Adolfo de Miguel», el órgano de la Confederación Nacional de Combatientes ofrecía una lista de 107 nombres, entre los que figuran más de treinta pertenecientes a miembros de la carrera judicial y fiscal, como publicó ayer EL PAIS. Además de los dos magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que han desmentido que hayan firmado la convocatoria del homenaje, aparecen en la información de El Alcázar los nombres de los magistrados de dicho Tribunal José Luis Martín Herrero, Jaime Rodríguez Hermida, José Luis Ruiz Sánchez, Félix Fernández Tejedor y José María González Díaz, este último ya jubilado. Por otra parte, El Alcázar arremetía en su edición de ayer, bajo el título de «La dictadura marxista, contra el homenaje a Adolfo de Miguel», contra la presentación por el Grupo Parlamentario Socialista de una pregunta al Gobierno interesándose por saber si la Fiscalía General del Estado está de acuerdo con que miembros del ministerio fiscal apoyen actos políticos.

El presidente del Tribunal Supremo, Sainz de Robles, señaló al respecto que respetaba la libertad de pensamiento de los magistrados que han decidido solidarizarse con ese homenaje, sobre el que opinó que, al margen del contexto político en el que se va a celebrar, «sólo se trata de premiar la labor insigne de un presidente de la Sala del Tribunal Supremo y eximio maestro del Derecho».