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Siete delegados indecisos resolverán la presidencia de la UCD vasca en favor de Viana o Marcelino Oreja

Conocida la intención de voto de los compromisarios de Alava, partidarios todos de Jesús María Viana, y de los de Guipúzcoa, alineados sin excepción con Marcelino Oreja, el acceso de uno u otro a la presidencia de la UCD del País Vasco en el congreso extraordinario, que se celebra el próximo 4 de diciembre en Vitoria, depende de lo que finalmente decidan algo más de media decena de delegados de Vizcaya, que dudan entre la opción continuista del candidato suarista y la integradora de corrientes que desde el bando moderado ofrece Marcelino Oreja.Esta circunstancia ha convertido a Vizcaya en el terreno donde desde hace una semana Marcelino Oreja y Jesús María Viana dirimen su contienda presidencialista en una campaña directa y personal, en la que destaca la tensión ambiental, el bombardeo informativo, las acusaciones mutuas, las maniobras inconfesables y el triunfalismo de ambos candidatos.

Al anunciarse, hace aproximadamente tres semanas, la candidatura de Marcelino Oreja a la presidencia de la UCD vasca se tenía claro que los cuarenta compromisarios de Guipúzcoa le darían su voto favorable, en tanto que los 42 de Alava apoyarían la reelección de Viana. Entonces parecía también fuera de duda que en Vizcaya veinte compromisarios se alinearían con Oreja y veintiuno optarían por la candidatura de Viana. Sin embargo, la intensa labor personal de Oreja para atraerse a estos últimos dio sus frutos y la semana pasada, cuando Adolfo Careaga y otros compromisarios suaristas anunciaron su intención de votar a Oreja y de pedir a Viana que retirase su candidatura.

Así las cosas, parecía asegurada de antemano la victoria de Oreja cuando el jueves pasado Jesús María Viana hizo una apuesta arriesgada. Citó a los veintiún compromisarios suaristas a una cena en un hotel de Bilbao. A los quince que acudieron les pidió, sin rodeos de ningún tipo, que se decidieran por él o por Oreja en una votación secreta. Unicamente uno votó en contra. Crecido por el resultado de esta votación y en su convicción de que los seis compromisarios ausentes en la cena pueden aún apoyarle, Jesús María Viana mantiene sus aspiraciones a la presidencia de la UCD del País Vasco desafiando al aparato del partido, que sabe es partidario de Oreja, y el propio prestigio de este último.

Viana acusa a Oreja de «paracaidista » de los críticos para destruirle y de aprovecharse de su cargo para maniobrar desde la residencia de Los Olivos y ofrecer prebendas a los compromisarios. Desde el bando de Oreja se miden las afirmaciones. Eso sí, se insiste en que la media docena de compromisarios indecisos van a votar a Oreja, «que es el líder natural, el aglutinante de los centristas vascos» y que está asegurada su victoria, que, aunque corta, es suficiente para descabalgar a Viana.

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