La reforma de la EGB
El profesor Aranguren decía en EL PAIS hace unos años que la EGB es -o era- una ficción. Ahora, en vista de los fracasos escolares, va a reenovarse, sin explicar las causas de aquéllos. Ignoramos qué peregrina entidad devendrá ahora la EGB, pero no parecen dudosas algunas condiciones que han propiciado indefectiblemente ese fracaso. Esas condiciones, si no se subsanan, van a seguir actuando como contexto negativo imparable, por muy buenos que sean los propósitos. Lo que sorprende es el silencio, la cuidadosa ignorancia que se mantiene sobre aquellas condiciones indefectibles que ya han sido obviadas en esos países europeos que tanto se cita a la hora de ejemplarizar o ejemplificar como modelos en el uso de técnicas y sistemas de calidad.A partir de 1970 se brindaba a los niños españoles un panorama de aprendizaje aparentemente más extenso. Se les ponía en contacto con más cosas, más estímulos intelectuales, culturales, estéticos, vitales. Se fomentaba la espe cialización del profesorado. Se pusíeron de moda los cursillos de aggiornamento. Creció la bibliografía técnica y pedagógica. Las editoriales se frotaban las manos desbordadas ante el volumen nuevo de ventas, nacían editoriales nuevas o filíales emboscadas. El alumno se convirtió en sujeto receptor de kilos de cultura, cultura nunca cuestionada. El Ministerio no daba abasto para autorizar neolibros, pseudolibros. Todo iba viento en popa...
Ahora, de pronto, los fracasos: el 30% (roza el 40% en algunos ea sos). La Administración los publica a los cuatro vientos, sin asumir directamente la responsabilidad ésta se desvía hacia los encargados directos de la. educación, los profesores, quienes, si no andan espabilados, van a ser aquejados muy pronto de confusos reflejos neuróticos. De paso se obtiene una situación de permanente agre sividad en el sector de los padres de familia contra esos docentes que, por lo visto, viven bien, trabajan poco, etcétera.
Pero vamos a ver: ¿cómo está la EGB en esos países europeos, tan aireados interesadamente cuando va conviniendo? Porque nuestra Administración lanza el eslogan político: conseguida la escolarización total, -vayamos ahora por la calidad, por el éxito! Sus servidores insuflan a presión el eslogan y silencian, que es una forma de negar, que en Europa la calidad co mienza a lograrse integrando a los ciudadanos" en los mismos locales. Nuestra Administración silencia, es decir, niega, que en los países desarrollados aquende y allende el telón (pedagógicamente hablando, la presencia del telón es irrelevante, puesto que los loaros metodológicos, psicológicos, son mutuamente fluventes) se obtiene más calidad, más éxito, en función de la "desmasificación escolar". Efectivamente, la media de alumnos en Europa en el aflio 1979 oscilaba entre los dieciocho y los treinta alumnos.
La Administración sabe igualmente que el horario de la EGB en esos países es más racional, habiendo desaparecido la jornada de sobremesa. En nuestro país se íntenta en vano superponer el proceso educativo al proceso digestivo de los alumnos. Hipóstasis estúpida, porque la digestión es un a priori indefectible.
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