Conflicto abierto en la cúspide del laborismo británico
El conflicto entre el líder laborista británico Michael Foot y el destacado miembro de la izquierda de este partido Anthony Wedgwood Benn quedó ayer definitivamente abierto, sin aparente posibilidad de solución.Foot, en contra de sus intenciones anteriores, retiró su apoyo a Benn para las elecciones al llamado gabinete fantasma del grupo parlamentario laborista.
Estas tensas relaciones cobraron una dramática dimensión cuando en un debate sobre energía Benn señaló que el próximo Gobierno laborista nacionalizaría de nuevo, sin compensación, las empresas privatizadas por el Gobierno conservador.
Foot, siguiendo la política del gabinete fantasma, siempre había mantenido que habría compensación, como fue aprobado por el Congreso,del Partido Laborista en septiembre, invirtiendo la decisión del año anterior.
Benn, sin embargo, mantiene que lo que él defiende es la política oficial del partido, no seguida por el gabinete fantasma. En algunos puntos, concretos -la Comunidad Europea, el desarme nuclear unilateral- lleva razón. En el. tema de las compensaciones, sin embargo, no.
Foot defiende la responsabilidad colectiva del gabinete fantasma.
Se trata de una lucha a largo plazo por el dominio del partido, desde el Parlamento o desde fuera de él. Las dudas y vacilaciones de Foot, sin embargo, intentando atraer a Benn a su órbita y pensamiento, están socavando su postura como líder del partido.
