Un millonario norteamericano resucitará el "Orient Express"

El tren de los sueños y de los crímenes, el tren del lujo volverá a sus caminos de hierro esta primavera. La resurrección del famoso Orient Express, que como el original se prepara en Venecia, ha sido la obra del millonario norteamericano James B. Sherwood.

El Orient Express nació en 1887, con el recorrido París-Venecia, ampliado posteriormente a Londres-Estambul. Para desgracia de los que de él se habían enamorado, el Orient Express fue suspendido cuatro años atrás, por razones financieras. La empresa Sea Containers, . capitaneada por Sherwood, volverá a ponerlo sobre sus carriles en mayo, con el servicio Londres-Venecia.Sherwood comenzó a comprar los lujosos vagones pullman, que dieron la fama a este tren inmortal en 1977, contando con la ayuda del rey Hassan de Marruecos. Sherwood consiguió comprar 36 de estos vagones, cinco de los cuales, modernizados, pero conservando e incluso mejorando sus aspectos más lujosos, aparecieron ayer en la estación Victoria, de Londres, con los imborrables recuerdos de la novela de Agatha Christie.

Los pasajeros se subirán en Londres en estos vagones especiales, pero tendrán que coger después un ferry en Folkestone, en el que dispondrán de un salón particular para el Orient Express. En Boullogne, les estará esperando otro tren, con el mismo tipo de vagones históricos, que les llevarán hasta Venecia, a través de París, Suiza y Milán. El coste del viaje Londres-Venecia se situará alrededor de unas 45.000 pesetas.

El servicio, en suelo inglés, estará a cargo de empleados de British Rail, pero a partir de la tierra gala, los pasajeros estarán atendidos por empleados contratados especialmente para este recorrido. El proyecto ha costado once millones de libras (1.900 millones de pesetas), pero Sherwood, por el momento, no piensa en ampliar el recorrido hasta Turquía. El servicio, que comenzará el 28 de mayo, dos veces por semana durante todo el año, ya cuenta con más de 2.000 reservas.

"La idea", señaló Sherwood al presentar los vagones ante una orquesta sobre una alfombra roja en la estación Victoria, "es restaurar el arte de viajar, con 926 millas de lujo desvergonzado". Una placa en cada vagón -pues se trata de los originales de los años veintecuenta la historia del tren y del vehículo en particular, como el vagón Fénix, que sirvió a Charles de Gaulle, o Perseo y Cisne, los vagones que sirvieron en tiempos a la realeza y a los jefes de Estado en visita oficial, y que formaron parte del tren funerario de sir Winston Churchill en 1965.

Sherwood ha querido, pues, resucitar "el viaje en tren más lujoso de Europa, un legado de la era mágica de los trenes, cuando ningún otro tren logró adquirir la misma aureola de lujo y misticismo".