Fontaneros
Ahoraque García Pablos anuncia su campaña "abusos fuera", se abre la esperanza de que alguien en este sufrido país pueda poner dentro de la ley a los fontaneros, cuyo solo nombre pone los pelos de punta a los españoles.Los fontaneros tienen licencia, al parecer, para esquilmar a su antojo a quienes se ven obligados a requerir sus servicios. ¿Qué autoridad tiene el deber, y no lo cumple, de poner fin a esos incalificables abusos?
Recientemente compré un fregadero y una cocina. He quitado los aparatos viejos y el fontanero, que sabe que ahora le necesito con urgencia, me pasa un presupuesto de 20.000 pesetas para conectar los nuevos.
"¿Cómo puede cobrar usted 20.000 pesetas por un trabajo que le demanda menos de una jornada normal?", le pregunté. No me respondió, pero pude imaginarlo con la cabeza cubierta, por un capuchón y la metralleta en sus manos, imponiendo su precio.
¿Economía de mercado o terrorismo de fontanería?/
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.