Gente
Iñigo Cavero,
ministro de Cultura, no puede evitar que, a pesar de su peculiar fisonomía, algunos ciudadanos andaluces no le reconozcan. Tras la clausura del festival de cine sevillano, el ministro se dirigió en compañía de algunos famosos a un pub y pidió un cubalibre. Cuando el dueño del local se percató de que el visitante era el titular de Cultura ordenó a un camarero que le sirviese champán. El camarero se dirigió al grupo y preguntó a Matías Vallés, director general de Cinematografía: "Señor ministro, ¿champán?". Iñigo Cavero, por cierto, se negó a bailar sevillanas, en las que sí se lució la veterana actriz Imperio Argentina, que también se encontraba en el local.
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