Depósitos de armas neonazis, descubiertos en la RFA

En el Estado de Baja Sajonia (República Federal de Alemania) se descubrieron 33 depósitos de armas de ultraderechistas en las proximidades de un campo de maniobras del Ejército federal y la Alianza Atlántica (OTAN). El arsenal había sido preparado por un guardabosques de 44 años, Heinz Lembke, que el pasado domingo apareció ahorcado en una celda de la cárcel de Lueneburg.El portavoz del Ministerio del Interior de Baja Sajonia confirmó que las armas encontradas representan "el mayor volumen del que tenemos conocimiento": cincuenta lanzagranadas, 13.000 proyectiles, granadas de mano, gran cantidad de explosivos y hasta un kilo de cianuro, producto altamente venenoso.

El arsenal pertenece indudablemente a la ultraderecha alemana. El presunto autor del depósito, un guardabosques al servicio de la Administración forestal del Estado, fue detenido cuando casualmente unos trabajadores encontraron en las proximidades de su casa uno de los depósitos.

El capataz forestal fue conducido a la prisión de Lueneburg, donde apareció ahorcado en la mañana del domingo, con un cable eléctrico atado a los barrotes de la celda. El guardabosques Heinz Lembke, casado y con tres hijos, dejó una carta en la que explica que se suicidó para no traicionar a sus camaradas.

El guardabosques fallecido vivía en las proximidades de un campo de maniobras británico, "donde hacen ejercicio los ingleses, la OTAN y también el Ejército federal", dijo el portavoz del Ministerio del Interior de Baja Sajonia, que no se manifestó sobre la procedencia de las armas, aunque todas las informaciones señalan que proceden del Ejército federal alemán. Lembke era conocido por sus vinculaciones neonazis. En el sur de Alemania había sido dirigente de una organización neonazi prohibida el año 1962.

Y hasta su muerte estuvo afiliado al Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD, neonazi), con el que se presentó a las elecciones municipales de 1968.

Con motivo del atentado de la Fiesta de Octubre en Munich, en septiembre de 1980, en el que murieron trece personas, la policía interrogó a Lembke, porque había sospechas de que la granada que provocó la matanza había sido facilitada por él.

El portavoz del Ministerio del Interior de Baja Sajonia declaró que se supone que Lembke tuvo cómplices para preparar el arsenal de armas, "porque él solo no habría podido mover tal cantidad de armamento".