Se cumple un mes de huelga en "El Diario Vasco", sin perspectiva de acuerdo
Ninguna de las dos partes enfrentadas en el conflicto que impide la aparición de El Diario Vasco parece haber modificado su postura inicial, cuando se cumple un mes de huelga. Durante este plazo, apenas han existido negociaciones.
Una campana de solidaridad iniciada por los huelguistas del periódico -trabajadores de talleres y administrativos- para explicar su actitud y recaudar fondos ha merecido una nota de réplica de la empresa a algunos de los argumentos empleados. Según la Sociedad Vascongada de Publicaciones, SA, el salario medio de los trabajadores se sitúa en 1.270.000 pesetas anuales brutas, lo que supone más de 100.000 pesetas al mes por una jornada diaria de seis horas.Los trabajadores en huelga han explicado que, en realidad, un oficial de primera con muchos años de antigüedad recibe unas 50.000 pesetas mensuales líquidas, incrementadas por el correspondiente plus en caso de que ejerza su trabajo en horario nocturno.
El motivo del conflicto continúa sin resolverse, y ni siquiera existen, al parecer, intentos serios de aproximación entre ambas partes. Para la empresa, la negativa de los trabajadores de talleres a confeccionar sin contrapartida seis nuevas páginas, destinadas a la prevista edición de Alava, «plantea un problema puramente unilateral, que no cabe negociar o resolver cediendo por ambas partes». Un portavoz de la sociedad editora declaró a EL PAIS que, en consecuencia, «lo único que podemos hacer es mantener el periódico abierto, a la espera de que los protagonistas de la huelga ilegal se den cuenta de que no tienen razón. La empresa tiene un derecho irrenunciable a distribuir el trabajo como le parezca más adecuado, dentro de la jornada laboral. Existe una sentencia de Magistratura que nos ha dado la razón en un caso anterior».
Negociar los aumentos de productividad
El comité de empresa de El Diario Vasco entiende, en cambio, que los trabajadores se han negado a aumentar la productividad de forma gratuita, y sólo la negociación puede poner fin al conflicto. Según los representantes laborales, pertenecientes al Sindicato Unitario la mayoría, se han ofrecido a la dirección cinco propuestas que permitirían realizar con normalidad las seis páginas de la edición de Alava y negociar el incremento de productividad y la renovación tecnológica más tarde, sin que la empresa editora las haya tomado en consideración.«No están en litigio, sobre todo, las 3.000 pesetas que pedimos para cada trabajador por las nuevas páginas, sino la reorganización interna del periódico, que se pretende ejecutar sin negociación alguna, y que puede desembocar en la reducción de puestos de trabajo», asegura el comité laboral. «Suposición injusta», replica un portavoz empresarial, «porque en este periódico se transformaron los talleres de forma radical, hace pocos años, sin que se prescindiera de un solo empleado».
Entre los trabajadores, por otra parte, ha ido cundiendo, con el paso del tiempo, el temor a que la guerra de posiciones actual tenga por objetó conseguir un desgaste tal de la representación sindical que permita a la sociedad editora negociar con ventaja, en un futuro inmediato, temas como la publicación del periódico los siete días de la semana, la introducción de una tecnología más moderna. Sólo así cabría entender, según ellos, las fuertes pérdidas que está soportando El Diario Vasco, no sólo debidas a la falta de ingresos, sino a la penetración en el mercado de otros diarios, especialmente Deia, hasta ahora de escasa difusión en Guipúzcoa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.