Contra el Plan de Ampliación de la Casa de Campo
La Comisión Permanente del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón de 7 de octubre de 1981 aprobó por mayoría de votos de UCD y CD la concesión de licencia de obras para la ejecución del proyecto de urbanización del Plan de Ampliación de la Casa de Campo.El proyecto de urbanización del Plan de Ampliación de la Casa de Campo se caracteriza, entre otros, por los siguientes aspectos fundamentales. En primer lugar, afecta a una extensión de 533 hectáreas (el 12,5% de la superficie total del término municipal de Pozuelo) y supone la construcción de 7.500 viviendas. Su cumplimiento implica un aumento discontinuo en 30.000 habitantes de la población de Pozuelo, a la que va a duplicar; su presupuesto asciende a casi 1.200 millones de pesetas, y el volumen total a edificar se eleva a unos tres millones de metros cúbicos.
La ejecución del plan citado supone que unos 9.000 vehículos se unirán a los que ahora acceden tortuosamente a la Nacional IV sin que exista ningún compromiso firme del MOPU de ejecutar la infraestructura precisa para resolver ese problema.
En la campaña electoral previa a las elecciones municipales de abril de 1979 las candidaturas de los partidos de izquierda, sobre todo el PSOE y los entonces independientes de la Candidatura del Pueblo, incluyeron en sus programas electorales fuertes ataques al ya inminente plan, que sólo contemplaba entonces unas cesiones de 2.500 metros cuadrados en el conjunto de sus 533 hectáreas. Los puntos más importantes de la propuesta del PSOE sobre el plan indicaban que de ganar dicho partido las elecciones municipales se congelaría y revisaría en profundidad el PACC y se establecerían los cauces que permitirían la participación ciudadana en el nuevo diseño que habría de tener el plan parcial citado.
Los resultados de las elecciones municipales fueron muy equilibrados: 5.254 votos del PSOE, PCE, Candidatura del Pueblo y Partido del Trabajo, frente a 5.093 de UCD y CD. La aplicación de la regla D'Hont y el mínimo exigido del 3% para obtener un sillón de concejal eliminaron los votos que habían ido al Partido del Trabajo. De no haberse presentado este partido a las elecciones, el total de concejales de izquierda hubiese superado a los de UCD y CD, lo que hubiese tenido una influencia decisiva sobre la evolución futura del plan.
En un reciente artículo aparecido en Le Monde (7 de octubre de 1981) dice Maurice Duverger que un partido que no tiene la mayoría de los votos populares, aunque tenga mayoría en una asamblea, no debe imponer a una nación decisiones que afecten a ésta de forma irreparable. Lo que ha sucedido en Pozuelo se acomoda muy bien a lo anterior: se le impone a este pueblo una decisión que afecta brutalmente a su destino, y esto por una coalición política que tiene mayoría de puestos en la Corporación, pero que no tiene mayoría de votos populares. Los mecanismos electorales aseguradores de mayorías operativas, la presencia de extraparlamentarios en las pasadas elecciones. y el oportunismo de UCD han contribuido a marcar de forma irreversible el futuro de Pozuelo.
Por si todo lo anterior fuera poco, los acuerdos que han supuesto la vía libre a un suavemente reformado PACC se han adoptado en condiciones de irregularidad jurídica. Tres concejales de la mayoría de gobierno, que hasta abril de 1981 se retiraban de plenos y comisiones en cuanto surgía el tema Casa de Campo, han permitido con su presencia en los momentos decisivos que el PACC saliera a flote. En el acta de una comisión de Urbanismo celebrada el 14 de abril de 1981 se puede leer cómo el único concejal de CD presente en la Corporación de Pozuelo dice expresamente que "su padre tiene algunos terrenos en la ampliación de la Casa de Campo, pero que ahora, tal y como se plantea el asunto, con enormes cesiones al Ayuntamiento, nadie puede pensar que eso es ningún negocio". Con independencia de la mayor o menor rentabilidad de la inversión paterna, para el concejal de CD está aún vigente todavía el artículo 227 del Reglamento de las Corporaciones Locales de 1952, que dice expresamente que alcalde y concejales no podrán participar en acuerdos en los que tengan interés directo... "o que afecten de igual modo a sus parientes, hasta el tercer grado inclusive".
En una complaciente comunicación de la Dirección General de Administración Local, ésta se inclinó por una interpretación amplia de este precepto. Puesto que los concejales en cuestión se iban a ver afectados por el PACC como la mayoría de los vecinos, no debían ausentarse del salón de sesiones, según dicha comunicación UCD de Pozuelo consideró esté comentario del poder ejecutivo como si fuese una sentencia del poder judicial, lavó con ella su conciencia y aguantó con todos sus miembros cuantos plenos y comisiones permanentes se le pusieron por delante, con las consecuencias ya conocidas.
A estas alturas del proceso, ¿cuál va a ser la posición del PSOE? Dicha postura va a consistir, en primer lugar, en la presentación del oportuno recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo del Ayuntamiento de abril de 1981. Mientras esté vigente el reglamento de 1952, es ¡legal un acuerdo adoptado con presencia de concejales con intereses directos en un plan parcial.
En segundo lugar, si las concesiones hechas por la Junta de Compensación suponen una modificación del proyecto de urbanización original, el plan parcial corregido debió ser aprobado por la Diputación Provincial, trámite que no se ha producido, por lo que los socialistas recurrirían contra el acuerdo de concesión de licencias.
En tercer lugar, de aceptarse el recurso citado, exigirían el cumplimiento de los puntos incluidos en su propuesta de abril, que consisten básicamente en obtener una remodelación profunda del PACC, en el establecimiento de una tipología edificatoria en forma predominante de manzana cerrada, en aumentar al 50% el porcentaje de viviendas de protección oficial: si el cumplimiento de estos puntos supone reducir el número de viviendas a construir, se seguirá adelante con los mismos.
En su defensa del PACC (véase EL PAIS de 6 de junio de 1981, página 24), el alcalde de Pozuelo aludía a la baja densidad de edificación y a las muchas cesiones conseguidas en la revisión del mismo. El tratamiento dado por el alcalde al plan citado sólo podría considerarse si Pozuelo hubiese sido un pueblo solitario en medio del páramo manchego o castellano. Pero Pozuelo está en plena área metropolitana de Madrid y el PACC reduce el anillo verde de la misma, por lo que afecta por completo a muchos habitantes de la zona que no han tenido ninguna representación en los plenos de este Ayuntamiento. Según el alcalde, el PACC es "fuente de empleo y riqueza... para Pozuelo en general y... para sus habitantes en particular". Quedémonos sólo con lo de algunos habitantes en particular y entonces valdrá la frase.
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