Los socialistas portugueses intentan recomponer su partido
El conflicto de los socialistas portugueses, latente desde el congreso de mayo entre mayoritarios (seguidores de Soares) y minoritarios (Salgado Zenha), ha estallado en las últimas semanas con una virulencia que ha llevado al partido al borde de la ruptura. La cuestión que se plantea ahora es la de saber si del enfrentamiento puede todavía surgir una plataforma de entendimiento.La frontalidad de las acusaciones de Salgado Zenha, ex número dos y actual presidente del grupo parlamentario, ha tenido un efecto que puede facilitar la reconciliación. En los últimos días, Soares y sus partidarios han multiplicado las declaraciones reafirmando su fidelidad a la orientación definida en el congreso, excluyendo posibles acuerdos con el Partido Social Demócrata y Alianza Democrática.
No habrá alianza a nivel local con la derecha para eliminar a los comunistas de las alcaldías en su poder. Más aún, Soares ha declarado que el acuerdo preelectoral establecido con el general Eanes será respetado y que los socialistas no darán su apoyo a una revisión constitucional que reduzca los poderes del presidente como quiere Alianza Democrática.
Víctor Constancio y Almeida Santos, dos de los dirigentes más respetados del PS y pertenecientes a las dos tendencias, en pugna, parecen encabezar los esfuerzos para evitar la ruptura. En los últimos días, Mario Soares parece haber moderado su tendencia a ver detrás de todos los reveses electorales y de las dificultades internas de su partido la mano del general Eanes y de los presidencialistas, empeñados en destruir los partidos democráticos para implantar un sistema populista. En las más recientes elecciones parciales celebradas en Portugal, y lejos de beneficiarse de la quiebra de Alianza Democrática, los socialistas han registrado también una baja sensible de sus votos.
