La mejor conmemoración de Picasso

LA EXHIBICION pública del Guernica coincide hoy con la conmemoración del centenario de Pablo Picasso. Hace diez años, cuando el creador celebraba en vida su noventa aniversario, los españoles tuvimos que rendir homenaje a su genio creador en medio de la sordidez de la intolerancia. La Prensa internacional lo recordaba ayer y contraponía aquella situación de persecución de la obra de uno de los artistas más extraordinarios de este siglo con la acogida que ahora ha tenido el cuadro en el que el pintor de Málaga narró a vuelapluma y con horror la horripilante escenografía de la guerra.En su centenario, Picasso regresa a un país distinto al que hace diez años le negaba, en el sector oficial, el. pan, la sal e incluso el reconocimiento. Vestigios de la intolerancia nacional persisten en la vida cotidiana, pero lo que es obvio es que han desaparecido en gran parte las circunstancias por las que Picasso prefería mantener intacto, en el extranjero, su enorme sentido de lo que para él suponía ser español. La generosa y admirada hospitalidad que le dedicó Francia jamás consiguió atraerle a otra nacionalidad que la de su cuna y de su espíritu.

No ha cambiado nada del todo, sin embargo, porque el cuadro con el que España se regala en el centenario del pintor ha de ser protegido con una coraza que lo aleja de los millares de espectadores que a partir de hoy acudirán al Casón del Buen Retiro a contemplar el Guernica, símbolo de una guerra, grito innumerable en favor. de una reconciliación. Cuando caiga la coraza y la obra pueda verse desnuda, como quería las cosas otro ilustre trasterrado, el poeta Antonio Machado, será la señal de que por fin este país resulta todo lo creador, tolerante y habitable que hubiera querido el hombre cuyo cumpleaños festejamos los que aún nos asombramos del asombro de sus ojos.

El acto oficial de ayer en el Casón del Buen Retiro, en el que se encontraron. personajes que vivieron aquella locura colectiva de la que surgió la horrorizada mirada del pintor, es un ejemplo de que es posible, aún, la tolerancia. El ejercicio de ésta es la mejor conmemoración que España le debe a Pablo Picasso.