Lertxundi considera ilegal la declaración del PCE sobre el conflicto de los comunistas vascos
De «inédita, ilegal y antiestatutaria» calificó Roberto Lertxundi, secretario general del Partido Comunista de Euskadi (EPK), la declaración votada mayoritariamente en la madrugada de ayer por el pleno extraordinario del Comité Central del Partido Comunista de España.
En dicha declaración, el Comité Central del PCE acuerda suspender la asamblea prevista para militantes vascos del día 25, la anulación de las sanciones impuestas por el Comité Central del Partido Comunista de Euskadi (EPK), así como la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario para dicho partido.Lertxundi declaró a EL PAIS poco antes de reunirse con los miembros del comité centraI del partido vasco para darles cuenta del desarrollo de la larga sesión del jueves en Madrid, que la declaración «es sumamente desafortunada porque a fin de cuentas nos desautoriza como partido». El secretario general del EPK considera que las medidas que recoge la declaración, no pueden ser aceptadas por el EPK; «aceptarlas», dijo, Lertxundi, «significaría renunciar a existir con tal partido ».
Roberto Lertxundi señaló asimismo que a pesar de que no se quiera reconocer expresamente existe una ruptura política, porque de hecho el Comité Central del PCE no está de acuerdo con la unidad con EIA. La ruptura es, por tanto, motivada, porque no están de acuerdo con nuestra politica, aunque esto no se diga con estas palabras». En un momento en que la organización estatal de España tiende al federalismo, el secretario general del Partido Comunista vasco manifestó que este tipo de relaciones deben tener un inmediato correlato en la organización de los partidos.
Respecto a las medidas que podrían ser adoptadas por los comunistas vascos, Lertxundi señaló que la ruptura con el PCE sería inevitable, caso de que las medidas que se enuncian, en la declaración emitida en la madrugada de ayer se llevaran textualmente a la práctica. Medidas que reflejan una actitud por parte del PCE que, según el secretario general del EPK, «no es la mejor que podrían haber tomado». La actitud de los miembros del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) también fue calificada por Lertxundi de «excesivamente prudente».
Una declaración inflexible
La declaración que quedó sancionada por 64 votos a favor, cuatro abstenciones, cuatro votos en blanco y quince destinados a la propuesta alternativa que presentó Pilar Brabo, recoge en varios puntos la actitud del PCE sobre la tensa situación creada en el seno del Partido Comunista de Euskadi. «El comité central del partido», señala el primer punto del escrito, «manifiesta su acuerdo con las líneas generales del proceso unitario emprendido por el 4º Congreso del PCE-EPK, proceso que busca el acercamiento entre las fuerzas procedentes del movimiento obrero vasco y aquellas que, provenientes del nacionalismo, se sitúan en el terreno de una política progresista y de izquierda». Sin embargo, el punto segundo de la declaración señala que «el comité central del partido» aprueba las resoluciones adoptadas por el comité ejecutivo y el secretariado, tendentes a reconducir el proceso por cauces adecuados, con el fin de que el resultado fuese el perseguido por las partes y no su contrario, es decir, la ruptura del propio partido». El texto hace referencia por su eficacia a las recomendaciones contenidas en la declaración del comité ejecutivo, según la cual, la unidad debía iniciarse «a través de la acción en los terrenos político, institucional, sindical, y cultural y de masas, yendo acompañado dicho proceso de unidad de un debate ideológico y político, abierto y público». Recomendaciones que, según el Comité Central del PCE, no han sido tenidas en cuenta por la dirección del EPK, «demostrando así su voluntad de conducir el proceso al margen del PCE».El escrito del comité central señala asimismo que «el documento conjunto elaborado como borrador por la comisión mixta negociadora PCE-EPK/EIA (EE) se mueve en un terreno confuso y no garantiza aspectos esenciales de una política nacional y de clase». Política que el propio texto resume en la aceptación plena de la estrategia eurocomunista; la aceptación y defensa de la Constitución y del Estatuto de Autonomía del País Vasco; la condena inequívoca y terminante de cualquier tipo de práctica terrorista, una solucion positiva a la necesaria articulación con el PCE y la adopción de una actitud clara de apoyo a la opción sindical que representa la Confederación Sindical de Comisiones Obreras.
Teniendo en cuenta «que todo este proceso ha conducido a una situación de clara ruptura en el seno del PCE-EPK», el Comité Central del PCE decide la suspension de la asamblea de militantes convocada para el día 25; la anulación de todas las sanciones impuestas a militantes u organizaciones por el Comité Central del EPK, la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario del EPK, así como encomendar al secretariado del Comité Central del PCE la adopción de todas las medidas políticas y orgánicas para asegurar la aplicación de estos acuerdos».
