Regreso a un transporte desaparecido hace nueve años
La desaparición de los tranvías de las calles madrileñas, producida hace nueve años, supuso la definitiva adopción de una política de transportes que se había ido perfilando paulatinamente en los años anteriores con la potenciación de los autobuses en detrimento de los vehículos alimentados por energía eléctrica. Esta sustitución, consumada totalmente el 1 de junio de 1972, ponía fin, por otra parte, a un sistema de transportes que durante 101 años (la primera línea fue inagurada el 31 de mayo de 1871), fue parte de la historia de la capital. Los madrileños, durante este tiempo, utilizaron primero el vehículo tirado por caballos y después el coche de tracción eléctrica, con el que se llegó a cubrir hasta 78 recorridos diferentes.Unos años antes, en 1966, había dejado de utilizarse el trolebús, transporte cuya vida no fue tan prolongada como la del tranvía, al no llegar a los veinte años de vida activa. La primera línea la 101, que hacía el itinerario Sol-El Viso, fue seguida de otras siete, y en 1962 la flota de trolebuses llegó a ser de 120 vehículos.
Quince años después, el Ayuntamiento de Madrid estudia la posibilidad de instalar una línea de trolebuses en un momento en que este transporte parece cobrar un interés especial. La Comunidad Económica Europea (CEE) ha aprobado este mismo mes un programa de investigación que durará tres años, mediante el que se establecerá si el trolebús bimodal (dotado de tendido eléctrico y baterías autónomas, al mismo tiempo) puede considerarse el transporte público más barato y eficaz para las grandes ciudades europeas. La implantación de este sistema permitiría eliminar el tendido eléctrico en los centros urbanos artísticos, gracias a su autonomía energética.
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