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Reportaje:

Castedo: "Si se plantease la dialéctica televisión pública-televisión privada, sería partidario de la pública"

La posible implantación en España de emisoras privadas de televisión y sus relaciones y repercusiones en la televisión pública, también denominada estatal, fueron objeto anteayer noche de un debate celebrado en Madrid, organizado por el Club Convergencia y moderado por su presidente, José Antonio Escudero. Intervinieron en el acto, Fernando Castedo, director general de RTVE; el diputado Antonio de Senillosa; el periodista y directivo de Televisión Española José Luis Balbín, y cuatro vocales del Consejo de Administración de RTVE, representantes de los cuatro partidos políticos mayoritarios, quienes se pronunciaron en favor y en contra de la creación de televisiones privadas en nuestro país.

«No es la bondad o la maldad de la televisión pública la que puede justificar la existencia o no de televisiones privadas. Yo soy partidario de la televisión privada si se enfoca oportunamente, si se enfoca bien», dijo Fernando Castedo, director general del Ente Público RTVE. «No admito», añadió, «la dialéctica televisiva pública-privada. Si se plantease esta dialéctica, soy partidario de la televisión pública. El artículo 20 de la Constitución permite la existencia de televisiones privadas, y el Estatuto de la Radio y Televisión no impide esa existencia».El problema jurídico que plantea la hipotética implantación de las televisiones privadas consiste, según Castedo, en saber si para ello es necesario un decreto o una ley. «Es preciso, en cualquier caso», dijo, «que la norma concesional tenga presente que la televisión está definida, por la ley, como servicio público esencial y que tiene que predominar siempre esta consideración. Por ello, hay que regular bien las televisiones privadas, porque no pueden ser instrumentos del poder político ni tampoco pueden ser un mero negocio».

El director general de RTVE, cuya intervención se centró en salvaguardar los objetivos últimos del servicio de televisión, añadió que la posible implantación de emisoras privadas repercutirá en la financiación de la televisión pública.

Fernando Castedo, en el turno de respuestas a las intervenciones del público, dijo que no son los políticos quienes programan en Televisión Española, sino los profesionales, y que los primeros ejemplos de la programación elaborada y producida por el nuevo equipo directivo llegarán al público a partir de enero del próximo ano. «Que no se crea el ciudadano», dijo, «que la televisión privada es la panacea que va a resolver todos los problemas».

Senillosa: "La televisión está en buenas manos"

«Creo, porque soy liberal, que deben coexistir las televisiones privadas y la pública, aunque el chorro del grifo no puede ser muy abundante», dijo Antonio de Senillosa, diputado de Coalición Democrática y presidente de la Comisión Parlamentaria de Control de RTVE. «No me gustan los monopolios, me gustan las competencias».Antonio de Senillosa recordó que en septiembre de 1979 ya había dicho en el Congreso de los Diputados que «este estatuto es el mejor que ha existido, porque es el primero». Sostuvo que la ambigüedad de la ley permite decir a unos que el monopolio de televisión está consolidado, y a otros, que es una puerta abierta a las televisiones privadas. El político catalán mencionó entonces que su propuesta de que el director general de RTVE fuese nombrado por el Parlamento tampoco encontró apoyo en los demás grupos parlamentarios.

Criticó Senillosa a aquellos que ahora atacan «a quienes luchan heroicamente por hacer una televisión más objetiva, más libre, más participativa, más dinámica y más agresiva. Se trata», añadió, «de una lucha por el poder político, porque, desgraciadamente, en España siempre, estamos en período electoral. Hay una parte del Gobierno que está acostumbrada a cazar en coto privado, y dicen que la televisión está ocupada ahora por rojos por lo que sea. Creo que la televisión está ahora en buenas manos, pero me intranquiliza que sólo haya una, porque corre siempre el peligro de caer en otras manos».

José María Calviño, vocal independiente del Consejo de Administración de RTVE en representación del PSOE, expuso que ni el marco legal de la Constitución, ni el Estatuto, ni las tradiciones legales de España y de Europa occidental permiten o avalan que la televisión privada sea tan posible como se pretende. «La experiencia italiana», dijo, «no es transplantable a España, porque allí había un vacío legal en esta materia», y recordó las últimas sentencias del Tribunal Constitucional italiano, que no permiten a las televisiones privadas emitir en cadena, «a causa del riesgo que corre la estabilidad política del país».

La regulación dé las televisiones privadas sólo sería posible, según Calviño, previa modificación de la vigente ley aprobada por el Parlamento. Manifestó que el proyecto de decreto gubernamental por el que se quiere regular la televisión privada es «sospechoso» y no desarrolla, sino que modifica el Estatuto. Criticó que el proyecto no contemple una serie de cauciones, como los porcentajes de producción propia que impidan el colonialismo en la programación y como los órganos democráticos de control (Consejo de Administración, Tribunal de Cuentas, Comisión Parlamentaria y las Cortes) que, en cambio, se exigen para la televisión pública. José María Calviño calificó de «sorprendentemente discutible» el dictamen del Consejo de Estado favorable a la implantación de televisiones privadas, invocado por el Gobierno.

La diputada socialista Ana Balletbó, presente en la sala, intervino previamente, para afirmar que el debate sobre televisiones privadas debe efectuarse también en el Parlamento. Ana Balletbó añadió que el dictamen del Consejo de Estado «no debe de ser muy imparcial», ya que forman parte de aquel organismo, entre otros, los centristas Miguel Herrero de Miñón y Antonio Jiménez Blanco. La intervención de la diputada catalana fue seguida de algunas protestas que le reprocharon atacar a las instituciones.

Carmen Llorca, vocal del Consejo de Administración de RTVE en representación de Coalición Democrática, defendió la coexistencia de los dos sistemas de televisión y dijo que «no hay razón para que un medio tan poderoso esté sólo en manos del Estado». Señaló que es incuestionable el derecho a las televisiones privadas, reconocido por la Constitución y por otras disposiciones suscritas por España, como la convención europea sobre Derechos del Hombre, firmada en 1950.

La vocal de CD señaló que, en el futuro, la teledifusión por satélite, hará saltar los monopolios del Estado, y que las televisiones privadas ampliarán los horizontes de libertad.

Balbín: "Una televisión para todos los españoles"

José Luis Balbín, director de programas especiales de Televisión Española, rechazó que la competitividad, la calidad y la libertad estén garantizadas exclusivamente por las televisiones privadas e hizo referencia al panorama internacional de las televisiones públicas y privadas. «Yo estoy a favor de la televisión más libre», dijo, «y creo que ésta es la pública porque es la de todos los españoles. No parece viable que todos los españoles tengan, técnicamente, la posibilidad de disponer de televisiones privadas. Cuando todos puedan tener igualdad de oportunidades a la hora de tener su televisión, entonces seré partidario de ellas. Ahora hay que luchar por la televisión más libre y posible».Antonio Kindelán, vocal del Consejo de Administración de RTVE, en representación del Partido Comunista de España, comenzó su intervención con el argumento de que «sin libertad de expresión no son posibles ni las televisiones públicas ni las privadas. El panorama mundial no indica que el régimen de libertades coincida exactamente con el de aquellos países donde existen televisiones privadas». Añadió que la televisión pública es el principal garante de la libertad de expresión. «La independencia respecto a los poderes fácticos, principalmente el Ejecutivo; el derecho de acceso; el pluralismo político y la abolición de la censura, sólo son asegurables en la televisión pública», dijo. La televisión privada, según Kindelán, no sólo tendrá las mismas o mayores presiones que la pública, sino que tendrá inferiores mecanismos de defensa. La mayor oferta de servicios, a que el ciudadano tiene derecho, se garantizarán cuando el Estado y el Gobierno se decidan a ampliar la cobertura del segundo canal y pongan en marcha los terceros canales de las comunidades autónomas.

Wert: «Las televisiones privadas no disminuirán la libertad de la pública»

José Ignacio Wert, vocal del Consejo de Administración de RTVE, y presidente del mismo durante este mes, en representación de Unión de Centro Democrático, manifestó que, en el momento actual, es partidario de la coexistencia de la televisión pública con la gestión indirecta del servicio público por parte de empresas privadas. Señaló que jurídicamente existe dictamen favorable del Consejo de Estado y que el Gobierno es competente para regular la implantación de emisoras privadas. Estas no van a disminuir, añadió, la libertad de la pública.

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