Fin de semana claramente orientado a la baja
Ha terminado la semana en los mercados de valores nacionales con unas sesiones discretamente orientadas a la baja, donde los vendedores mostraban, cada vez con menos pudor, sus claras intenciones de realizar los beneficios acumulados, a la vez que el clima de desconfianza sobre la orientación en un futuro inmediato de las bolsas se extendía, afectando hasta a los optimistas más irreductibles.Sin haberse observado una modificación sustancial en el comportamiento de las bolsas, continuaron predominando las bajas discretas que afectaban a la práctica totalidad de los valores que se contrataban, la persistencia de la inhibición compradora ha terminado por conferir a las sesiones un ambiente marcadamente triste donde se negocia muy poco, y donde las esperanzas de los especuladores por una recuperación del mercado en un futuro más o menos próximo se ven cada vez más lejanas.
El sector químico continuó siendo con diferencia el más afectado por los afanes realizadores. Si sus pérdidas no resultaron más estrepitosas se debió sencillamente a que los especialistas, principales gestores de las órdenes de venta, conocían perfectamente bien las limitaciones de los compradores.
Pero esta situación no afectaba únicamente a los valores del grupo antes citado. Por el contrario era la característica que definía el comportamiento del mercado, si bien como en otros sectores las plusvalías acumuladas resultaban menos evidentes, y en cualquier caso la base de las alzas, con ser poco consistentes, presentaban mayores razones que en los grupos industriales, donde en muchos casos los dividendos a repartir no sobrepasan la catalogación de recuerdo histórico.
Afortunadamente para las bolsas, los mercados financieros nacionales actualmente se encuentran en una -situación de liquidez holgada, lo que no obliga a las entidades financieras a materializar sus inversiones en busca de tesorería. Esta circunstancia facilita el que los mayores inversores institucionales puedan proceder a fiquidar sus inversiones con plusvalías de una forma ordenada y sin prisas.
A lo largo de la mañana, y una vez terminado el periodo de negociación de los principales sectores, comenzaron a afluir a las bolsas españolas rumores sobre una posible invasión del territorio polaco por tropas soviéticas. La influencia que estos comentarios tuvieron sobre el desarrollo de las sesiones fue mínima, pero el clima de incertidumbre cundió por las salas de contratación, y se sucedieron las llamadas a los medios de difusión, que nunca pudieron confirmar ni desmentir ningún extremo, por la sencilla razón de que la noticia no tenía aparentemente más sentido que el intento de manipulación a la baja que había protagonizado algún grupo con intereses muy concretos en Londres.
Así los cierres se plantearon tranquilos, aunque la orientación bajista persistía como nexo de unión entre los diferentes mercados. Los bancos mantuvieron unos saldos vendedores muy simulares a los de las jornadas precedentes, y un día más fué el Santander el encargado de romper la monotonía del sector, subiendo un punto su cotización en el último día del periodo hábil para la confección de su cambio medio a efectos de su canje de bonos de tesorería por acciones. El precio medio de esta operación ha quedado definitivamente establecido en el 387%, lo que aplicada la deducción de 20 puntos arroja un precio de 367%, a las acciones que se canjeen por los bonos de tesorería de la emisión de 1.980.
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