Más de medio millón de personas en el mitin fin de campaña del candidato socialista a la jefatura del Gobierno griego
Atenas fue ayer un carnaval verde y blanco. Cientos de millares de militantes y simpatizantes del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), enarbolando banderas y pancartas con los colores del partido, se concentraron en el centro de la capital griega para asistir a un mitin multitudinario, en el que el líder socialista, Andreas Papandreu, repitió su llamamiento al allaghi, el cambio, que supondría la llegada al poder de un Gobierno de izquierdas en Grecia.
Los organizadores de este acto de masas, con el que se puso fin prácticamente a la campaña electoral socialista, aseguran que los asistentes superaron el medio millón. Aunque esta cifra pueda ser exagerada, los participantes fueron, en cualquier caso, muy numerosos, más incluso que el multitudinario mitin celebrado en Salónica el pasado sábado. Papandreu fue aclamado con gritos y eslóganes rimados, que, traducidos, vienen a significar: "Ahí está el primer ministro", y "Andreas, Andreas, contigo Grecia levantará el vuelo".La moral de victoria es muy alta entre los dirigentes del Pasok. Ayer, en la sede central del partido, uno de ellos nos declaraba: "Vamos a ganar las elecciones porque tenemos un programa politico más atractivo que ellos, no he mos cometido los errores que ellos y hemos hecho una campaña electoral mejor que ellos". La calle, evidentemente, está dominada por los socialistas. Los carteles propagandísticos, que muestran a un Papandreu sonriente y a un sol que nace tras una montaña, cubren prácticamente Atenas. Desde primeras horas de la mañana, militantes del Pasok recorrían la ciudad ayer llamando al mitin de la plaza Syntagma, y los pronósticos que hacen ciudadanos de todo tipo y diplomáticos y periodistas extranjeros con largos años de residencia en Grecia son casi unánimes: ganará el Pasok. El problema radica en si podrá obtener la mayoria suficiente para gobernar solo, o necesitará formar algún tipo de coalición.
Los votantes indecisos, aseguran otras fuentes, pueden inclinar la balanza a un lado u otro. Se trata de saber si hay más descontentos con el Gobierno de Nueva Democracia que temerosos de que gane el Pasok.
Movimiento social
El radicalismo del programa de Papandreu en política exterior (retirada de la OTAN y Mercado Común) no preocupa demasiado a los electores. En cambio, la politica interior desarrollada por el partido gubernamental Nueva Democracia, en los siete años que ha permanecido en el poder, sí que ha creado un espíritu de rechazo que podría dar la victoria a los socialistas."El Pasok no es sólo un partido político", comentaba otro responsable. "Es un movimiento social, una corriente de descontento y de protesta que nosotros encabezamos, pero en la que están integrados obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales, grupos feministas, pequeños empresarios y otros muchos sectores sociales. Todos saben que en estas elecciones se juega el futuro de Grecia y que ahora es el momento del cambio".
Andreas Papandreu, un buen conocedor de las técnicas de propaganda y relaciones públicas norteamericanas, ha llevado esta campaña electoral de forma muy hábil. Su radicalismo político ha ido menguando a medida que su campo potencial de electores se agrandaba hacia las clases medias, e incluso hacia la burguesía. La lucha contra el fraude fiscal y la reforma de la hacienda pública son puntos clave de su programa económico, junto con la reestructuración del crédito bancario, la supresión de las empresas estatales improductivas, la actualización de pensiones para los jubilados y una campaña para construir viviendas sociales.
Antes de que acabe este año, promete Papandreu, habrá ya un programa de inversiones para 1982 y un plan quinquenal de desarrollo económico se presentará muy pronto a la aprobación del Parlamento. La inflación, que fuentes oficiales estiman en un 25%, es uno de los factores más influyentes en esta campaña electoral. Fuentes del Pasok aseguran que, en realidad, la tasa de inflación es superior al 30%, y que eso es lo que preocupa realmente a los votantes. El desempleo, en cambio, tiene niveles muy bajos en Grecia, alrededor del 2%, según cifras oficiales, pero quizá un 6% en la realidad, sin contar el subempleo.
El partido gubernamental, Nueva Democracia, celebrará hoy, viernes, un mitin en la plaza Syntagma, de Atenas, y de la asistencia al mismo podrá quizá sacarse un pronóstico aproximado del resultado electoral; pero, pese a todas las afirmaciones propagandísticas, es fácilmente detectable una actitud a la defensiva en el partido en el poder. Un alto funcionario reconocía incluso que los dos principales partidos, Pasok y Nueva Democracia, están prácticamente igualados y será difícil formar Gobierno. Afirmación esta que contrasta con las del primer ministro, Georgios Rallis, para quien Nueva Democracia superará el 50% de los votos y obtendrá un nuevo mandato.
"Si ganamos, Grecia tendrá el primer Gobierno de izquierdas en 150 años", recordaba un estrecho colaborador de Papandreu en el cuartel general de éste, en las afueras de Atenas.
Los únicos incidentes dignos de mención ocurridos hasta ahora en la campaña electoral tuvieron lugar en la isla de Creta, donde el pasado domingo hubo quince heridos en enfrentamientos entre partidarios del Pasok y de Nueva Democracia.
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