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Una mujer muerta y más de 30 heridos por una bomba del IRA en Londres

Andrés Ortega

El Ejército Republicano Irlandés (IRA Provisional) hizo explosionar ayer en el centro de Londres una bomba incendiaria, matando a una mujer e hiriendo a más de treinta personas; entre ellas, gravemente, a ocho miembros de la Guardia Irlandesa, que pasaban con otros soldados en un autobús cerca de su cuartel de Chelsea.

Es parte del "estado de guerra" contra el Reino Unido, declaró el IRA, una semana después del fin de las huelgas de hambre y tan sólo cinco días más tarde de las reformas penitenciarias que han sido introducidas por el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Jim Prior.Poco después del mediodía, un autobús que llevaba a una banda de la Guardia Irlandesa pasó cerca de su cuartel cuando una bomba incendiaria explosionó en una camioneta aparcada en el camino. La explosión pudo oírse a tres kilómetros a la redonda. La Guardia Irlandesa de la reina, cuya banda regresaba de una función en la Torre de Londres, es el único cuerpo del Ejército británico que nunca sirve en el Ulster.

Este atentado de los provisionales en el corazón de Londres podría venir a significar un recrudecimiento del terrorismo días después del fin de las huelgas de hambre, en las que murieron diez presos republicanos norirlandeses. Jim Prior presentó el martes unas reformas penitenciarias para la cárcel de Maze (Belfast).

Los presos norirlandeses podrán ahora llevar su propia ropa todo el tiempo sin tener que usar los uniformes penitenciarios. Esta era una de las principales demandas de los huelguistas, que desde 1976, cuando el Gobierno británico suprimió el estatuto especial para los presos republicanos, han llevado a cabo la llamada protesta de la manta, negándose a ponerse la ropa reglamentaria. Jim Prior concedió también la recuperación de un 50% de la remisión de penas, perdida durante estas protestas.

Los huelguistas pedían una remisión completa, y por ello han hablado del "espíritu vengativo" del Gobierno. Otras demandas, como la libre asociación o la supresión de los trabajos penales, han sido rechazadas, aunque Prior señaló que había lugar para reformas. Negó, sin embargo, rotundamente la idea de una vuelta al estatuto político. Ni el Gobierno ni los republicanos hablan, sin embargo, de derrota ni de victoria, aunque las reformas han sido mal acogidas por los sectores protestantes más intransigentes.

De hecho, protestantes paramilitares asesinaron el jueves a un concejal republicano, Laurence Kennedy. Ahora podría haber en el Ulster un recrudecimiento de la violencia sectaria. Los provos se han quedado ahora sin las cartas de las huelgas de hambre, "la última carta que les quedaba", según había declarado hace tiempo la primera ministra, Margaret Thatcher. Les quedan la bala y la bomba. El viernes utilizaron esta última en Belfast; ayer, en Londres. El IRA Provisional busca recuperar una credibilidad entre los católicos norirlandeses.

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