Inquietud en Azuqueca de Henares por las actividades de la extrema derecha
En la mañana del pasado martes, el edificio del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, la localidad más importante de la provincia de Guadalajara, con 12.000 habitantes, apareció con la fachada pintada de rojo. Ese mismo día, cuando el alcalde Florentino García Bonilla, un independiente elegido en las listas del PCE, se dirigió a su vehículo, se encontró con la sorpresa de que había sido rociado con algún tipo de ácido. Estas circunstancias, las numerosas pintadas en favor de Tejero y el rumor propagado mal intencionadamente de que las aguas del depósito municipal habían sido envenenadas con raticida han suscitado en los últimos días inquietud en el vecindario.
Pintura contra la bandera
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