La asamblea nacional de yudo no pudo terminar en el INEF

La asamblea extraordinaria de la Federación Española de Judo y Disciplinas Asociadas resultó, como se esperaba, conflictiva y polémica. La reunión estuvo vigilada por las Fuerzas de Orden Público y en el transcurso de la misma se produjo una irrupción por parte de un centenar de yudokas, en desacuerdo por el planteamiento electoral que piensa llevarse a efecto para la Federación nacional. Los asambleístas siguieron la reunión en los Iocales federativos

Desde hace algún tiempo se mantiene viva la polémica suscitada por las elecciones a federaciones regionales. Estas, celebradas hace pocas fechas, fueron impugnadas en las federaciones Castellana y Catalana, quizá las dos regionales más importantes, por el número de clubes y licencias que poseen. La Federación Española decidió que en ambos casos las elecciones fueran aplazadas, y pretendía que las suyas se celebrasen antes de la repetición de las dos regionales citadas. Los disidentes de la Castellana y de la Catalana creen ver en ello una maniobra para que en las elecciones a la Española voten los hombres que están a favor del presidente.Los yudokas que respaldan a la junta gestora castellana, que preside Rodríguez Meléndez, entraron en la sala del INEF donde se celebraba la asamblea, realizando gestiones para que éste tuviera voz y voto en la misma. Asimismo, el centenar de yudokas quiso transmitir sus puntos de vista al comité directivo. Al no recibir contestación, y tras la retirada de alguno de los asambleístas disconformes, porque las votaciones se realizaban a mano alzada, sin contar los votos-, se produjo la conflictividad, la asamblea se dio por concluida y los asistentes se trasladaron a locales federativos.

La FEJYDA (Federación Española de Judo y Disciplinas Asociadas) rechazó la gestora de Rodríguez Meléndez y aprobó la de Pedreira; ratificó las juntas de gobierno actuales, presididas por Báguena y Pons; abrió expedientes disciplinarios a Rodríguez, Vilches y Boixo, y suspende el proceso electoral hasta que se garantice su normal desarrollo.

La junta gestora castellana, que preside Rodríguez Meléndez, por su parte, impugnó la asamblea ante el Consejo Superior de Deportes, y argumenta, entre otros puntos, irregularidades de tratamiento y forma sobre la junta gestora y no tener representación las federaciones Castellana y Catalana.

Por lo que respecta a la Federación, hizo pública una nota oficial, en la que señala que «se aprobó, por una mayoría de veintinueve votos a favor, seis en contra y dos abstenciones, ratificar al señor Pedreira como representante de la Federación Castellana, y rechazar la pretensión del señor Rodríguez Meléndez de representar a dicha Federación. Ante la anterior decisión, tomada democráticamente por la asamblea nacional, y cuando se estaba tratando la convocatoria de elecciones, irrumpió tumultuarla y agresivamente un grupo incontrolado con el propósito de reventar la asamblea para retrasar el proceso electoral».

Prosigue la nota señalando textualmente lo que sigue: «Ante el peligro físico para los representantes del yudo español y disciplinas asociadas, se levantó la sesión, prosiguiéndola en los locales de la FEJYDA». Asimismo manifiesta su «repulsa absoluta de los asistentes de la invasión de la asamblea por quienes, careciendo de la mínima representacíón -cabe señalar aquí que contrariamente a este punto, el 60% del yudo español está integrado en las dos federaciones disidentes-, no perseguían otro objetivo que el de evitar a toda costa que el yudo español se pronuncie democráticamente».

La FEJYDA incluso incluyó copia de los telegramas de protesta por los hechos del domingo a los ministros de Cultura y del Interior, Iñigo Cavero y Juan José Rosón, respectivamente; al secretario de Estado para el Deporte, Jesús Hermida; al gobernador civil de Madrid, Mariano Nicolás; al director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, y al jefe superior de Policía.