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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Pocos atractivos en el cine del fin de semana

No es muy afortunada la programación cinematográfica de este fin de semana. El retorno de Pimpinela escarlata, dirigida en 1937 por Hans Schwartz, no intentó ser más que la prolongación del éxito de la película que le da título, aunque la aparición de James Mason quiera darle un aire más importante. Aventuras menores que a pesar de todo, dieron a la película una ligera dignidad. Tantos años después, sin embargo es posible que haya perdido aquel fugaz interés.La programación no mejorará demasiado mañana, domingo, con la proyección de La furia de la sangre, que dirigió en 1973 el mediocre director Barry Shear, aunque tenga interés para aclarar la vieja polémica existente entre críticos de cine sobre la personalidad de Samuel Fuller, viejo director de películas violentas y a juicio de muchos, fascista que, en esta ocasión es el autor de la historia original.

La justificación dramática que se hace del uso de la violencia coincide con la filmografía de Fuller como director: muchos han confundido el buen hacer de su narrativa con la intención de su ideología. En esta ocasión, donde el buen hacer no existe desde un punto de vista más escrupuloso, la moral de Fuller se revela en toda su intencionalidad. Cuenta la película la historia de un sherif convencido de que la dialéctica puede superar cualquier conflicto; la intransigencia de sus adversarios le obliga, sin embargo, a volver a la violencia como única forma de solucionar el problema.

Hay que tener en cuenta que, en tanto sherif, el protagonista defiende los clásicos valores tradicionales que la astucia de Fuller como guionista le hace coincidir con la defensa de la estructura familiar. Hay críticos que han hecho abstracción de esos valores para aplicarlos a situaciones que ni los guiones ni las películas dirigidas directamente por Fuller hacen siquiera soñar.

"Historias de la radio"

El lunes, en el ciclo dedicado al actor José Isbert, veremos Historias de la radio, que José Luis Sáenz de Heredia dirigió en 1955. Es evidente que la secuencia en la que Isbert interviene debe formar parte de cualquier antología de su trabajo. Sin embargo, la película no le tiene como protagonista; se trata sólo de un personaje anecdótico que desea ganar un concurso de radio para favorecer a un modesto investigador.

Un gran trabajo

Cuando en la escalera de la emisora, absurdamente disfrazado de esquimal, compite por la victoria con Gustavo Ré, José Isbert realiza uno de sus mejores trabajos. El conjunto de la película no obstante, repite tradicionales moldes de un melodrama fácil que no refleja ni el mundo de la radio ni por supuesto, el de los españoles que la oían. Sáenz de Heredia, discutido por muchos. supo hacer, no obstante, una película de género que superó en ese aspecto los melodramas tradicionales del cine español de la época. menos imaginativos aún.

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