La jornada electoral en Irán transcurrió en calma.

Los presagios que auguraban ayer en Irán un día sangriento quedaron disipados por la calma que presidió la jornada electoral, en la cual miles de ciudadanos iraníes acudieron a las urnas para elegir al tercer presidente de la República Islámica y a cuatro nuevos diputados para el Parlamento (Mafflis). Con certeza, Sayed Alí Jamenel, de 42 años, religioso con rango de hojatoleslam y actual secretario general del poderoso Partido de la República Islámica (PRI), resultará elegido, al igual que se da por descontado que la jovencísima viuda del difunto Alí Rayal, presidente asesinado, obtenga un escaño en el Parlamento.

Las autoridades desplegaron una enorme red de precauciones para garantizar la viabilidad de los comicios. Desde horas tempranas, y hasta la puesta del sol, miles de policías y guardianes de la revolución vigilaban las inmediaciones de los colegios electorales, función para la cual fueron habilitados locales municipales, escuelas, centros sociales e incluso autobuses que recogían votos por las calles o se desplazaban a los hospitales para que los enfermos y los heridos de guerra pudieran votar.Banderas iraníes a media asta permanecían izadas en los lugares de votación, en homenaje a los altos dirigentes militares que murieron el pasado martes en un desastre aéreo ocurrido al sur de Teherán. Sus retratos cubrían las calles de la capital, algunas de las cuales, sobre todo las aledañas a los colegios electorales, permanecían cortadas para evitar aglomeraciones propicias para la ejecución de atentados. Los pasardan, cuya presencia en las calles se ha visto restringida días atrás, realizaban pesquisas continuas en los edificios altos de Teherán, cerrados durante la jornada por ser día festivo para los musulmanes.

A lo largo de los centenares de ceremonias religiosas celebradas ayer en todo el país, los clérigos exigieron a los fieles el cumplimiento del deber islámico de acudir a las urnas, sin explicitar nombres concretos de los candidatos, pese a que todo el mundo sabe que el candidato del clero es Sayed Alí Jamenei.

Dos de los tres candidatos que competían con él en la carrera presidencial, los ministros y miembros del PRI Parvaresh y Oladi, pidieron el voto de los iraníes para Janienel. También el cuarto candidato y, actual primer ministro, Mahdavi Kani, pidió el voto para el hojatoleslam.

Jomeini acudió poco antes de las diez de la mañana a votar, cerca de su residencia de Jamarand, al norte de la capital iraní. Jomeini vive en un enclave inserto en una zona donde vivían pastores, a los cuales el proceso de urbanización de Teherán dejó anclados en medio de un área de edificios suntuosos. Con su salida para votar parecen quedar desmentidas las especulaciones que aseguraban que la salud de! anciano imán empeoraba paulatinamente.

Hombres y mujeres votaron en urnas separadas, si bien esta práctica, al igual que la coloración del dedo pulgar de los electores para evitar la repetición del voto, variaba mucho entre unos colegios y otros.

La participación electoral es muy difícil de precisar. La agencia Pars hablaba de enorme afluencia, si bien la asistencia, al menos en Teherán, puede considerarse como muy similar a la de las anteriores elecciones.