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Sólo hay dos locutorios telefónicos para conferencias de larga distancia

En Madrid sólo existen en la actualidad dos locutorios de la Compañía Telefónica destinados al establecimiento de conferencias de larga distancia, en las calles de Fuencarral y de Alcalá, que resultan a todas luces insuficientes para la demanda diaria de los usuarios, como lo prueban las largas colas que a primeras horas de la mañana, y especialmente a media tarde, suelen formarse ante los mismos.Las personas que habitualmente utilizan este servicio suelen ser extranjeros, para los que la única forma de comunicarse con su país de origen es desde este servicio telefónico, con la incomodidad de tener que plegarse a un horario restringido (de nueve a doce de la mañana y de cinco a ocho de la tarde) e inadecuado para el punto de destino de la conferencia.

Gabriel Jiménez, estudiante venezolano, que ayer mismo esperaba comunicarse con su familia desde el locutorio de Fuencarral, resumía las deficiencias de este servicio, en que "el tiempo que permanece abierto es tan corto que a veces, si las líneas están cargadas o hay cualquier otro problema, rápidamente se echa encima la hora del cierre".

El recurso de las cabinas telefónicas (según datos de la Compañía hay 4.976 instaladas en Madrid y su provincia) no suele ser utilizado, porque una conferencia transoceánica no baja de las 3.000 pesetas y es difícil reunir esta cantidad en monedas de venticinco o cincuenta pesetas. "Luego, muchas de las cabinas están estropeadas", explica Gabriel Jiménez, "de forma que el uso del viejo invento del teléfono se nos hace a veces tan difícil como comunicar con Marte".

Otra de las personas a la espera de recibir la conferencia solicitada apunta que, si estos dos locutorios son insuficientes para las necesidades de ahora mismo, se teme que en cuanto empiece a jugarse el Mundial de fútbol, con la gran cantidad de personas que se desplazará a Madrid, el problema se agrave.

Desaparición de los locutorios

Sin embargo, las previsiones de la Telefónica no apuntan hacia la creación de nuevos locutorios telefónicos, sino hacia la desaparición de estos dos últimos restos, según aseguraron a este periódico fuentes de la compañía. "El uso de las cabinas es mucho mejor", aseguran, "porque permanecen abiertas las venticuatro horas del día, y el criterio de la Compañía es que no es demasiado molesto llevar 3.000 pesetas en monedas". La ampliación del servicio de cara al aumento de la demanda que se producirá durante el Mundial de Fútbol se reduce a la instalación de ventisiete cabinas en torno al estadio Santiago Bernabéu; 35, junto al Vicente Calderón; ventiuna, en las cercanías del Palacio de Congresos y Exposiciones, y seis, en el paseo de la Habana.

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