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Crisis municipal por la concesión de contratas de limpieza

Los socialistas consideran cerrado el caso del intento de soborno en el Ayuntamiento de Madrid

El lunes día 21, alrededor de las 9.30 horas, como cada primer día de la semana, las mismas cuatro personas, además del alcalde, Enrique Tierno, se reunían en el despacho del primer edil madrileño, situado en la planta segunda de la Casa de Cisneros, en la misma plaza de la Villa: los tres tenientes de alcalde, Eduardo Mangada (PCE), Alonso Puerta y José Barrionuevo (ambos del PSOE), y Joaquín Leguina, que une a su condición de concejal de Hacienda la de secretario general de la Federación Socialista Madrileña. Como cada lunes, iba a comenzar la reunión de gobierno de¡ Ayuntamiento de Madrid, el plenillo, del que salen las directrices políticas municipales que se aplican a posteriori en las distintas concejalías y delegaciones.

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Apenas el alcalde había informado del orden del día y se habían dado los primeros pasos de la reunión, cuando una intervención inesperada del segundo teniente de alcalde dejó tan estupefactas a las otras cuatro personas que Tierno no pudo vencer la tentación de decir: "Puerta, parece que usted ha desayunado tigre. Ya sabemos que los lunes son malos, pero es un poco fuerte lo que dice. Recapacite usted".Alonso Puerta, asturiano de Avilés, 37 años, ex secretario general de la FSM hasta su último congreso del verano de 1979, con fama de hábil orador y de político astuto y maniobrero, se había lanzado por derecho: denunciaba, en síntesis, irregularidades administrativas que podrían llegar hasta el soborno en el caso de la concesión de las contratas para la limpieza de tres distritos de Madrid (los de Fuencarral, Hortaleza y San Blas) y apuntaba a la cabeza de dos de los mejores técnicos socialistas en el Ayuntamiento madrileño: Baltasar Aymerich y Jesús Espelosín, delegados de Hacienda y Saneamiento, respectivamente.

La acusación no podía ser más concreta. Una de las seis empresas que concurrían a las subastas, Semat (Sociedad de Equipos, Manutención y Transportes), había ofrecido un porcentaje de un 5% sobre el valor total de la contrata (cifrada en unos mil millones de pesetas en cinco años) destinada a la financiación de la FSM. La oferta se había hecho, según Puerta, a través de un viejo militante del PSOE de la agrupación de Tetuán, Pedro Galindo, ingeniero industrial de profesión, persona acaudalada y hombre introducido entre las empresas que aspiran regularmente a contratas municipales.

Puerta añadía el dato de que se había entregado un donativo, en concepto de anticipo del citado porcentaje, de medio millón de pesetas, que había sido ingresado en las arcas de la federación socialista, en la calle de Andrés Bretón. Solicitaba del alcalde la destitución fulminante de Espelosín y de Aymerich, por haber sido ambos quienes habían gestionado la operación. En concreto, Puerta añadía que el informe técnico y la propuesta de Espelosín habrían hecho posible la concesión de una de las tres contratas (la de San Blas, concretamente) a la empresa Semat.

Todo habría comenzado el 11 de septiembre, fecha en que Florentino Pérez -concejal de UCD con larga experiencia en el asunto por haber sido el anterior delegado de Saneamiento en la etapa Alvarez-, Puerta, Leguina y Aymerich se reúnen y llegan a la conclusión de que tal como están las cosas lo mejor era suspender la comisión informativa previa al pleno previsto para el pasado día 25, en el que se tendrían que conceder de forma definitiva las contratas.

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La reunión habitual de los lunes se convertía en tema monográfico por deseo de Puerta. Al término de la misma comenzaba la semana más larga y más triste "de cuantas he vivido desde que estoy en la política, sólo comparable a las jornadas en las que se decidió el cese de Carlos Revilla como presidente de la Diputación en las primeras semanas del otoño de 1980", según declaración de Joaquín Leguina.

Juicio político a Puerta

En su modesto despacho de la planta tercera del edificio de la calle del Sacramento, número 1, donde los madrileños pagan sus tributos municipales y donde está la concejalía de Hacienda, Leguina reflexionaba sobre los acontecimientos de la mañana, cuando al descolgar el teléfono, hacia las seis de la tarde, un redactor de EL PAIS le requería en torno al tema y le pedía que confirmara lo anterior. Leguina manifestó haberse quedado de piedra al enterarse de que el tema era ya conocido por la Prensa.

No sólo lo confirma el dirigente socialista, sino que no tiene inconveniente en afirmar que "se trata de una intoxicación de UCD que parece haber encontrado eco en algún sector de nuestro partido de cara al próximo congreso del PSOE". Barrionuevo, tercer teniente de alcalde y ahora máximo aspirante a la segunda de las tenencias, es ligeramente más cauto cuando declara ese mismo lunes que les una insidia que todos sabemos de dónde puede venir". PCE y UCD mantienen posiciones de silencio y distancia prudentes.

Una cuestión a anotar en este punto es la postura del alcalde, que no se pronuncia hasta el día siguiente, que adopta una actitud de estar por encima del problema y que en ningún momento ejerce como el número uno de los concejales socialistas que es. Un comunicado oficial hecho público ese martes, en el que sale al paso de lo ya conocido por los madrileños; la prohibición de una reunión de concejales socialistas, convocada por Puerta; la no Islstencia a la reunión en la Federación Socialista Madrileña en la mañana del miércoles; unas declaraciones eii las que afirma que se investigará el caso hasta su aclaración, y la creación de esa comisión investigadora fueron todas sus intervenciones en el largo y complejo caso.

Así las cosas, el miércoles comienza en Andrés Bretón, 55, una reunión de todos los concejales socialistas con la ejecutiva regional de la FSM, que durará seis horas y que en la práctica se convertirá en un juicio político a Puerta. El segundo teniente de alcalde no logra aportar las pruebas documentales de sus contundentes denuncias, a pesar de que se mantiene en el uso de la palabra durante unas tres horas en el total de sus intervenciones. Pero mantiene sus acusaciones e insiste en el cese de Espelosín y Aymerich per entender que, como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, no puede permitir la más mínima son ibra de duda sobre la gestión socialista en la corporacion, e insiste en la amenaza que ya había formuIado el día anterior: se iría del Ayuntamiento y del partido en caso contrario.

Serán Juan Barranco, secretario de Política Municipal de la FSM, y Joaquín Leguina e, uienes carguen con casi todo el peso de dar a Puerta todo tipo de explicaciones. La teoría es la siguiente: no hubo una presión, sino tres. Un ofrecimiento de creación de grupos técnícos de apoyo para los pequeños ayuntamientos sccíallstas de la provincia, la oferta de un donativo a cuenta de 500.000 pesetas y la comisión de un 5º del total de la contrata si se concedía la correspondiente a San Blas a la empresa Semat.

El ofrecimiento, según la tesis, lo hace Pedro Galindo -el ya citado militante del PSOE de la agrupación de Tetuán- a Jesús Espelosín. (Este, en conversación con EL PAIS en la mísma tarde del miércoles, después de la reunión en la FSM aseguró conocer a Galindo, ya que una vez le recibió en su despacho con otros técnicos italianos que acudieron a interesarse por una planta de reciclaje de basuras, pero negó que aquél le hubiera hecho la propuesta.) Espelosín lo puso en conocimiento de Barranco y, según todos los indicios, de Avmerich.

Barranco y Leguina señalaron en la reunión, en contra de lo reseñado por Puerta, que el dÍnero del donativo había sido ofrecido para una operación de compra de bancos para las calles, y que después de estudiar la oferta se había rechazado. Ante la insistencia del segundo teniente de alcalde se negó igualmente que el dinero hubiera entrado físicamente en la sede de la Federación, a lo que Puerta continúa argumentando lo contrario. Según diría posteriormente Leguina, hubo una falta de información, pero se ordenó devolver el dinero, con lo que qujdaba reconocido que sí hubo donación.

EL PAIS sabe, en cualquier caso, que coi, la firma de Juan Barranco existe una carta dirigida a Pedro Galindo (esta persona también ha negado contundentemente cualquier vinculación con el caso que se le atribuye) en la que se le piden explicaciones por su conducta. Carta que hasta el día de ayer no había sido contestada. A Pedro Galindo se le ha abierto expediente, actualmente en curso, y según formuló Joaquín Leguina en el caso de que se pruebe su cul pabilidad será expulsado del partido, y si fuera necesario, llevado los tribunales.

Leguina: "El daño causado es irreparable"

Para Joaquín Leguina, el asunto es un tema cerrado. Se admite que hubo un caso de intento de soborno, pero que se rechazó a su debido tiempo. Para el secretario general, nadie es perfecto y es imposible evitar que entre la gente desa prensiva que existe en la sociedad -son sus palabras, pronunciada el jueves último en un almuerzo con los periodistas del grupo Crónica- algunos puedan tener e carné del PSOE y hayan actuad como intermediarios por su propi cuenta. "Todo ello está en trámit de investigación y de ello se dar cuenta puntual cuando se hay terminado. Puedo afirmar, y juro por mi honor, que en el PSO no existe dinero negro. El PSOE n se financia con dinero de entidades o empresas públicas o privadas. Las cuentas están a la vista para quien quiera verlas", señala

Según el secretario socialista, e problema es que por la volunta decidida de una persona (Puerta de provocar una crisis abierta e un momento muy preciso (falta semanas para el congreso del partido) se haya hecho un daño irreparable a la imagen del partido y la honorabilidad de las persona "que siempre están o deben esta por encima de las instituciones".

"Alonso Puerta, una vez que ha visto perdido el caso", comentab Leguina al grupo Crónica, "no ha hecho otra cosa que colocarse la corona de espinas, fingirse un mátir, pese a lo cual tendrá que apechar con las responsabilidade concurrentes"

Por su parte, Alonso Puerta, in sistió en que aunque el partido no le apoye en esta cuestión, está convencido de que lleva razón y ha declarado que se siente tan socialista como nadie y está dispuesto a solicitar su ingreso en el PSOE cada tres meses.

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