El delegado de RAPSA en Madrid niega su implicación en el fraude del aceite
La esposa de José Luis Garrote Rojas, detenido en Madrid el pasado 2 de julio y procesado por presunta implicación en el fraude del aceite de colza desnaturalizado, ha enviado una carta a EL PAIS en la que desmiente la participación de su marido en el citado asunto.José Luis Garrote llevaba trabajando un año como delegado en Madrid de la empresa donostiarra RAPSA, cuando fue detenido, al igual que los dueños de esta firma, y procesado por un delito contra la salud pública -procesamiento al que ha presentado recurso-. Con anterioridad suministraba herramientas a talleres e industrias ubicadas en su zona de residencia, Getafe; trabajo que no abandonó.
Según la mujer de Garrote, éste servía a los clientes de RAPSA «aceites industriales, destinados al mantenimiento de maquinarias, sin que en ninguna ocasión su delegación vendiera aceites para el consumo humano ». Alega también que las partidas de aceite de colza desnaturalizado de RAPSA a Raelca «no pasaron a través de la delegación de RAPSA en Madrid, como hubiera sido lógico, razón esta por la que mi esposo no conocía su existencia». Dice la carta que Garrote Rojas cumplía los encargos de la empresa importadora donostiarra, y uno de éstos fue en el mes de junio, «para transmitirle a Raelca que no tuviera documentación de la empresa que representaba». José Luis Garrote «supo la verdad», sigue la carta, «en el momento de su detención».
La mujer del delegado de RAPSA refiere que está recibiendo amenazas de algunos de sus clientes y conocidos, y que, a raíz de la detención, la vida de la familia es «una terrible pesadilla», con problemas económicos incluidos. «Si el delito de mi esposo es haber sido delegado de una empresa», añade, «dos demás delegados tendrían que denunciar a sus directivos, no sea que la empresa a que pertenecen cometa mañana un fraude».
