Introductor de la Trilateral en España
Antonio Garrigues Walker es uno de los hombres de las multinacionales -especialmente de las de origen estadounidense- en España. Nunca lo ha negado; todo lo contrario. Y precisamente a través de esta vinculación fue el introductor de la Comisión Trilateral en España en abril de 1979.Cuando en el anterior régimen -años setenta con mayor intensidad- los empresarios españoles permanecían en el gueto interior, acostumbrados a vivir entre el proteccionismo económico y el uniformismo político, Antonio Garrigues ya visitaba y aprendía de los hombres de empresa europeos y americanos y estudiaba sus métodos de gestión. Son los años que lleva por delante en general a una buena parte de la clase económica española.
En 1973, bajo los auspicios del banquero americano David Rockefeller, se funda la Comisión Trilateral. A ella pertenecen «ciudadanos privados de Europa Occidental, Japón y Norteamérica para promover una cooperación más estrecha entre esas tres regiones acerca de problemas comunes», según rezan sus estatutos. Ningún español formó parte de ella durante el tiempo en que vivió el general Franco, porque existía una especie de veto implícito a la dictadura española. Sin embargo, durante esos años Garrigues frecuentó a algunos de los hombres que la constituyeron (directivos o propietarios de empresas como, por ejemplo, Coca-Cola, Pan Am, IBM, Hewlett-Packard, Fiat, Dunlop, HoneyweIl, Mitsubishi, Nippon Steel, Sony, Toyota, Exxon, Chase Manhattan Bank, Bank of America, etcétera), preparando el momento en el que España pudiese acceder (a título personal de sus componentes) al poderoso club privado.
Así, en abril de 1979, en un pleno que la Trilateral celebra en Tokio, son admitidos en ella como miembros de pleno derecho, trece ciudadanos españoles: Antonio Garrigues, Carlos Ferrer Salat, José Antonio Segurado, Luis María Ansón, Carlos March, Claudio Boada, José Vila Marsans, Jaime Carvajal y Urquijo, Ramón Trías Fargas, Pedro Schwartz, Alfonso Osorio, Antonio Pedrol y José Luis Cerón Ayuso.
Los primeros contactos
El anuncio de la entrada de los españoles en la Trilateral lo hizo el mismo David Rockefeller cuando, a finales de 1979, en un viaje que hizo a Buenos Aires para conocer in situ la realidad argentina, declaró textualmente: «España participa en la Trilateral en la medida de su influencia económica en Europa».
El primer contacto oficioso (al margen de los realizados por Garrigues y por algunas otras personas que luego quedaron fuera, como, por ejemplo, José Mario Armero o Alfredo Sánchez Bella) debió tener lugar en la primavera de 1977, en un viaje de Ferrer Salat, presidente de la recién creada CEOE, a Estados Unidos. Otro contacto tuvo lugar en octubre de 1978, cuando Rockefeller visita España para conocer las condiciones impuestas a la entrada de la banca extranjera en nuestro país (que a él le interesaba como presidente del Chase Manhattan Bank en aquel momento). El banquero americano se entrevistó casi exclusivamente con Carlos Ferrer y José Antonio Segurado (presidente de la patronal madrileña y presidente asimismo de la comisión de relaciones internacionales de la CEOE) y con dirigentes del Círculo de Empresarios (al que pertenecían Claudio Boada y Cerón Ayuso). Estos dos intercambios, más los realizados desde 1973 a título personal por Antonio Garrigues en Estados Unidos y en Europa (con el presidente de la sección europea de la Trilateral, Georges Berthoin), determinan tina presencia de quince o dieciséis españoles en la comisión. Se cubren trece puestos con los nombres ya citados, y se dejan dos libres esperando integrar a algún militante de la rama socialdemócrata del PSOE y a un sindicalista moderado, probablemente de la UGT.
El nombre más citado para esa vacante es el de Enrique Múgica, aunque él mismo se encargará de desmentirlo. Múgica fue largamente aplaudido por los integrantes de la sección europea de la Trilateral, cuando ésta celebró un pleno en Madrid, al que fue invitado Felipe González. El secretario general del PSOE excusó su asistencia, acudiendo en su lugar Múgica Herzog.
El Instituto Atlántico
Relacionado con la Comisión Trilateral (muchos de los integrantes de ambos clubes son las mismas personas), existe el Instituto Atlántico para Asuntos Internacionales, otro club privado circunscrito al área de Europa occidental, Norteamérica, Japón y Australia. Nacido en 1961, su objetivo original fue ser «el brazo público de la OTAN», ampliando luego su cometido para convertirse en un centro de actividad intelectual de todo tipo y de investigación de las políticas de las sociedades avanzadas. Se le conoce comúnmente como la Trilateral de la defensa, y en más de una ocasión se ha estudiado la oportunidad de fundir ambas organizaciones. Antonio Garrigues pertenece al Instituto Atlántico desde 1977. Durante dos años fue el único español en su mesa de gobernadores (así se denomina a sus socios). En junio de 1979, entraron en el Instituto, Jaime Carvajal y Urquijo (presidente del Banco Urquijo y también miembro de la Trilateral) y Gregorio López Bravo (administrador de Banesto y ministro de Industria y Asuntos Exteriores con Franco). Posteriormente se incorporó al club José María Figueras (presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España). Garrigues había sido, en este caso también, el predecesor.
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