La banca extranjera debe ser nacionalizada, según el Consejo de Estado francés

El Consejo de Estado francés, jurisdicción que vela por el derecho constitucional, estima que las bancas extranjeras instaladas en Francia deben ser nacionalizadas, de igual manera que las francesas. Admite el principio de las nacionalizaciones, pero objeta la forma de indemnización. Al mismo tiempo que el Consejo hace pública su opinión, el franco francés se confronta con nuevas dificultades y, en los medios económico financieros, no se excluye una devaluación que. las autoridades, continúan rechazando.El Gobierno del presidente François Mitterrand se ha apuntado un tanto, puesto que el Consejo de Estado admite el principio de las nacionalizaciones como legal. Pero, al mismo tiempo, esta jurisdicción máxima, que sólo tiene carácter consultivo, ha colocado a las autoridades mitterrandistas entre la espada y la pared. Según el Consejo, no hay razón jurídica para que los bancos extranjeros que trabajan en Francia no sean nacionalizados, de igual manera que lo van a ser los autóctonos. El Gobierno puede no hacer caso de la opinión del Consejo, pero lo cierto es que la posición de este último será utilizada por los adversarios de las nacionalizaciones ante los tribunales, a los que piensan recurrir.

Miterrand, durante su campaña electoral de la primavera pasada ya advirtió que nacionalizaría el crédito francés, pero no el extranjero. Su postura no ha cambiado, parece ser. El ministro de Economía, Jacques Delors, lo confirmó días pasados. Poner la mano encima de la banca extranjera le crearía Mitterrand un contencioso internacional que él desea evitar. En primer lugar, lesionaría los intereses de la banca gala en el mundo, que suponen actualmente el 40% de los beneficios globales del crédito francés.

En estas condiciones, en principio, el Consejo de Ministros debe aprobar definitivamente el proyecto de ley de las nacionalizaciones, el miércoles inmediato. El Gobierno le había confiado al Consejo ese proyecto para que opinara sobre su legalidad.

Las autoridades de París, al mismo tiempo, deben encarar una nueva ola de especulación en favor del alza del marco alemán, que, a su vez, se revuelve contra el franco francés. Este mismo domingo se espera que el ministro de Economía refuerce las medidas de control de cambios y eleve la tasa de interés en el mercado monetario. Una vez más vuelve a rumorearse la posibilidad de la devaluación de la divisa gala en el interior del Sistema Monetario Europeo (SME). Las autoridades no lo estiman así. Esta actitud, política esencialmente, le cuesta cara en estos mismos momentos a la banca de Francia.