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El congreso liberal británico aprueba una alianza electoral con los socialdemócratas

Andrés Ortega

En su congreso anual en Llandudno (Gales), los liberales británicos aprobaron formalmente una alianza electoral con el nuevo Partido Socialdemócrata (SDP). Aunque queden por resolver los detalles de este acuerdo, ya están firmemente dados los primeros pasos hacia una nueva agrupación política que podría romper el tradicional molde bipartidista de la política británica.

La víspera del congreso acudieron juntos a la plataforma de la asamblea liberal los socialdemócratas Shirley Williams y Roy Jenkins, acompañados del líder de los liberales, David Steel, señalando de antemano la aceptación de las ideas de este último.Aunque la alianza fue aprobada por una mayoría abrumadora - 1.600 votos a favor y 112 en contra-, se votó también una enmienda recordando las tradiciones del liberalismo británico. La cuestión de la pérdida de identidad de los liberales estaba en boca de un nutrido sector de los delegados, alguunos de los cuales expresaron sus reservas pidiendo que "no se les forzara a este matrimonio".

Aun antes de haber decentemente organizado el partido, el SDP es un éxito. Sin ninguna elección cuentan con quince diputados en la Cámara de los Comunes, apoyados por once liberales. Las encuestas dan a esta alianza ganadora -con un 41 % de los votos- de unas elecciones que hipotéticamente se celebrasen mañana. Naturalmente, mañana no habrá elecciones y antes de que se plaiitee seriamente esta posibilidad, liberales y socialdemócratas han de r'esolver numerosos problemas, entre ellos, el método de selección de los candidatos, tema central de las discusiones en lo próximos meses.

Políticas concretas

Queda también la duda de qué tipo de políticas concretas acabará por adoptar el SDP, a pesar de que David Steel haya señalado que "las actitudes, en general, son más importantes que las políticas en sí". El SDP comenzará el mes próximo sus congresos volantes de ciudad en ciudad para debatir sus formas constitutivas su programa de acción. Entre Lanto, circulan ya algunos documentos de discusión sobre relaciones laborales, defensa, asuntos exteriores, edu cación, política regional, descentralización y política local.En general, los liberales y los socialdemócratas están de acuerdo en cuanto a los temas económicos. El SDP rechaza la posibilidad de un contrato social con los sindicatos y se muestra favorable a una regulación voluntaria de los salarios. El propio Roy Jenkins ha propuesto un plan de lucha contra el paro con una ayuda de 12.000 pesetas semanales a los empresarios por cada nuevo empleado que contraten y una expansión de 90.000 millones de pesetas en la .inversión en el sector público. En cualquier caso, el SDP reconoce que no podría aumentar el nivel de vida hasta que pasen por lo menos, tres años de estar en el poder.

Existen puntos de fricción. Shirley Williams apoya la supresión de la educación privada, y aunque en política exterior ambos partidos coinciden -incluso en el rechazo de la renovación de los misiles nucleares estratégicos con misiles y submarinos Trident-, hay un sector minoritario, pero poderoso, del Partido Liberal que está a favor del desarme nuclear unilateral. El SDP no renunciará a exponer sus puntos de vista en estas cuestiones, pero las próximas elecciones generales parecen encaminadas a estar dominadas por el tema económico o, en último caso, por el de la pertenencia del Reino Unido a la Comunldad Económica Europea, cuestión qlie apoyan tanto los liberales como los socialdemócratas. Gota a gota se va desdibujando esta alianza, cuyo programa político girará sobre.la descentralización del Gobierno.

Los líderes de ambos partidos comenzarán de inmediato discusiones en profundidad. La alianza ve progresivamente aumentar sus posibilidades conforme pasa el tiempo. Son numerosos los miembros del Partido Laborista que se han pasado a los socialdemócratas, especialinente debido a la actitud anti-Europea del partido que dirige Michael Foot. Es improbable, aunque no imposible, que la alianza gane las próximas elecciones pero, tras ellas, los liberales y los socialdemócratas podrían estar en condiciones, mediante su apoyo a uno de los dos grandes partidos, de decidir quién formará el próximo Gobierno. En este caso, declararon ayer David Steel y Shirley Williams, la alianza apoyará al partido que les prometa el cambio de un sistema electoral mayoritario a uno proporcional.

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