El nuevo Gobierno holandés posterga la instalación de los euromisiles
El nuevo Gobierno holandés no dará una respuesta a la Alianza Atlántica sobre la instalación en su territorio de 48 misiles Crulse el próximo mes de diciembre, como estaba previsto, sino que pospondrá su decisión indefinidamente. Esta ha sido la fórmula que permitió ayer la creación de un Gobierno de coalición a tres bandas: democracia cristiana, socialistas y neoliberales (Democracia, 66), después de una crisis que ha durado tres meses y medio. El líder del partido socialista (PVDA), Joop den Uyl, que ha sido nombrado vicepresidente encargado de Asuntos Sociales, se comprometió ante el congreso extraordinario del PVDA a abandonar el Gabinete, junto con los otros cinco ministros socialistas, en el mismo momento en el que el Gobierno diera su aprobación a la OTAN.
Tal eventualidad no es muy factible, dado que la democracia cristiana, dirigida por el primer minlstro, Andreas van Agt, cuenta en total con otras seis carteras, por lo que necesitaría el apoyo de los tres ministros procedentes de Democracia 66. El líder de este pequeño partido es Jan Terlow, que ha sido nombrado vicepresidente para Asuntos Económicos.
El momentáneo acuerdo entre las principales fuerzas políticas de los Países Bajos será dado a conocer a la OTAN por el nuevo ministro de Defensa, Han van Mierlo (miembro de D-66, considerado como moderado) y por el titular de Asuntos Exteriores, el socialista Max van der Stoel.
Pese a que el nuevo Gobierno cuenta con 109 de los 150 escaños de los Estados Generales (Congreso), la estabilidad del Gabinete, que prestó ayer juramento ante la reina Beatriz, parece frágil en este momento.
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