Evitar el desplazamiento de madrileños y potenciar el transporte público

Evitar que los nuevos hogares de la población madrileña hayan de fijarse fuera de su término municipal, aunque dentro del área metropolitana; potenciar la utilización del transporte público, frente al privado, en los desplazamientos que tengan como lugar de origen o, destino Madrid capital; favorecer el desarrollo del sur de la ciudad, discriminado hasta ahora en relación a la zona norte, y recuperar ecológicamente el término municipal, potenciando la forestación de determinadas zonas del mismo y volviendo a crear áreas de explotación agropecuaria, son las líneas maestras que se desprenden del preavance de la revisión del Plan General de Madrid que la Oficina Municipal del Plan del Ayuntamiento acaba de hacer llegar a los concejales y delegados, con el fin de abrir un amplio debate interno que dé como resultado la redacción del documento definitivo del avance, previsto para el próximo mes de noviembre.En líneas generales, el preavance parte de la idea de que no existe actualmente nada que permita aventurar la posibilidad de que alguien, desde el Gobierno central, esté en condiciones de decidir el futuro urbano de Madrid y la política urbanística inherente a tal decisión, sobre todo en el sentido de si Madrid debe seguir creciendo en sus cotas actuales o no. Habida cuenta la falta de una decisión política sobre Madrid desde el Gobierno central, el Ayuntamiento analiza la situación real actual de la ciudad, estudia su problemática urbana y, sin esperar a que otro decida por él -Coplaco estuvo esperando años a que el Gobierno le diera una directriz política que seguir en la revisión del Plan, que tenía encargada-, toma la iniciativa de decidir qué hacer con la ciudad de Madrid y su futuro.

Aunque todas las posibilidades de actuación quedan abiertas, dado que se trata de un documento de trabajo, el preavance establece la necesidad de conseguir que el número de madrileños que se ven obligados a establecer su primer hogar fuera de la ciudad y dentro del área metropolitana sea reducido en la medida de lo posible. Según datos que maneja el mismo preavance, hoy por hoy son unos 18.000 los madrileños que se ven obligados, por razones económícas en la mayoría de los casos, a establecer su primera, vivienda fuera de la ciudad de Madrid.

En el caso de que, tal como pretenden los redactores del plan, se consiga la creación de suelo urbano a precíos asequibles -lo que conllevaría la construcción de viviendas a precios también asequibles para esas nuevas familias que hoy se ven obligadas a emigrar- y se rehabiliten las viviendas susceptibles de ello en el centro de la cíudad y que hoy se encuentran en peligro de desaparición, el 25% de esas familias que establecen su primera vivienda en cualquiera de las ciudades-dormitorio existentes en el área metropolitana podrían permanecer en Madrid capital.

Decisión importante que el preavance plantea como posible es la de derivar los recursos invertibles en un futuro próximo en la potenciación del uso del automóvil privado hacia el transporte público, especialmente en el capítulo, referente a la creación de infraestructura ferroviaria, que sirva para establecer las relaciones entre las distintas poblaciones del área. Una vez en Madrid, el viajero, que deberá contar con unas condiciones de confort de las que ahora no dispone, podrá cambiar del tren al metro o al autobús en unas estaciones de intercambio creadas al efecto a las entradas de la ciudad.