La OTAN sólo nos reportará ventajas, según el general Saavedra

«Que España quede incluida en la OTAN no puede reportarnos nada más que ventajas», ha declarado en Ceuta el capitán general de la II Región Militar, teniente general Manuel Saavedra Palmeyro, que se encuentra en esta ciudad en visita oficial, en espera de que mañana llegue el ministro de Defensa, Alberto Ollart. Las razones que aporta para esta consideración son el permitir tener unas posibilidades de medios que «hoy, por falta de una Financiación adecuada, no podrían ser cubiertas por nuestras posibilidades económicas en mucho tiempo». Manifestó también que otra de las ventajas es el trato íntimo con unidades de primera fila, como son los ejércitos inglés, americano y alemán, que, «con sus avanzadas técnicas, serán para nosotros una escuela de convivencia de la que podremos aprender mucho». Definió el proceso de integración en la OTAN como un proceso largo, ya que España tardaría todavía algún tiempo en entrar, y en cuanto a la polémica que se está manteniendo entre el partido en el Gobierno y la oposición sobre si es conveniente la entrada o no, se basó en la nota dada por las juntas de jefes de Estado Mayor tras la reunión mantenida con el presidente del Gobierno, en la que se afirmaba que a España y a las Fuerzas Armadas les conviene la participación en la OTAN. Además, se refirió a que la posible entrada de España en la Organización Atlántica no perjudicaría de ninguna forma a Ceuta y Melilla en el aspecto militar.

Por último, aseguró que España tiene en sus manos la llave del estrecho de Gibraltar, tan codiciado por otros países, ya que «estamos en ambas orillas».

El teniente general Saavedra Palmeyro, que se encuentra en Ceuta desde el pasado viernes, presidio una parada militar tras su llegada, en la que participaron unos 1.500 hombres y abundantes tropas mecanizadas en representación de los diferentes cuerpos de guarnición en esta ciudad. Igualmente, durante el día de ayer mantuvo reuniones con altos mandos militares para preparar la visita del ministro de Defensa, así como se trasladó al acuartelamiento del Tercio Duque de Alba, II de la Legión, para la celebración de un sábado legionario, donde ante mil legionarios se dieron vivas a España, al Rey y a la Legión.