El Gobierno francés amenaza con sanciones a los bancos que dificulten su política
El Gobierno francés ha amenazado con sancionar a aquellos bancos que no acepten las reglas de juego para lograr un sanea miento de la economía nacional, que empieza a dar signos de crisis profunda. El ministro de Economía galo, Jacques Delors, se declaró asqueado por la política crediticia que observan algunas entidades bancarias del país, y aludió a posibles sanciones contra éstas si no se solidarizan con los esfuerzos de la nación para la reactivación económica.
El Ejecutivo francés reprocha a estos bancos los intereses elevados que mantienen en sus créditos, los obstáculos que ponen a as inversiones y «operaciones especulativas en la Bolsa». Las declaraciones del responsable de asuntos económicos en el Gobierno de izquierdas francés fueron destacadas ayer en grandes titulares por la Prensa matutina nacional.
«Estoy asqueado de la actitud de los banqueros. Por el momento», dijo textualmente Delors, «no ha caído ninguna cabeza. Siempre he demostrado liberalismo respecto a los banqueros».
El ministro dijo acto seguido que «no quiero ir a la caza de ,brujas, pero me acordaré de la actitud de algunos».
Delors finalizó su amonestación a estos sectores señalando que «l a democracia exige que, después de la discusión, se sepa a veces saber sancionar».
La advertencia oficial a la banca privada aparece en Francia en el preciso momento en que empiezan a formalizarse las medidas de nacionalización de once grupos financieros e industriales puntales en la economía del país.
El miércoles, el consejo de Ministros ultimó el proyecto de las nacionalizaciones qué debe adoptarse definitivamente en la próxima reunión del ejecutivo, el 23 de septiembre.
Campaña empresarial contra Mitterrand
Los medios empresariales reacios a la nacionalización que predica el poder socialista han iniciado ya una campaña de movilización contra lo que llaman «la política de lo peor», que anuncia serios enfrentamientos y duros debates. El patrón de los patrones franceses, François Ceyrac, presidente del Consejo Nacional del Patronato Francés, rompió ayer el silencio para dar algunos puntillazos a la política del presidente socialista, François Mitterrand.
Ceyrac acusa directamente al nuevo poder francés ele la falta de inversiones, «porque el inversor no sabe dónde va Francia».
Pese a la amplitud que puedan tener las críticas del sector privado a la política económica socialista, el Ejecutivo muestra total confianza en alcanzar sus objetivos por contar con holgada mayoría en el poder legislativo, que, a la postre, dará paso libre a las nacionalizaciones.
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