Dos meses turbulentos que han diezmado al Gobierno, al Parlamento y al partido en el poder

El atentado que el pasado domingo, costó la vida al presidente iraní, Mohamed Alí Rayai, y al primer ministro, Mohamed Yavad Bahonar, es hasta ahora el último hecho grave de una ola de violencia política que, en poco más de dos meses, ha diezmado al Gobiemo, al Parlamento y al Partido en el poder iraníes.Desde que el ayatollah Jomeini destituyó a Abolhassan Banisadr de la presidencia del país, el 22 de junio pasado, Irán no ha vivido prácticamente ni un solo día sin atentados, sin detenciones o sin ejecuciones.

A lo largo de las últimas semanas, decenas de guardias revolucionarios, miembros del clero chiita y parlamentarios han perdido la vida víctimas de atentados. Alrededor de seiscientos oponentes al régimen han sido ejecutados y otros miles han sido detenidos.

Al día siguiente de la destitución de Banisadr, el 23 de junio último, una bomba estalló en la estación de la ciudad santa de Qom, dejando seis muertos y varios heridos, y marcó el comienzo de una cadena de atentados que culminaría cinco días después en el ataque contra la sede central del Partido de la República Islámica (PRI).

La bomba que el 28 de junio de 1981 destruyó las oficinas del PRI costó la vida a 74 personalidades políticas, entre ellas el presidente del partido y presidente del Tribunal Supremo, el ayatollah Mohamed Bejesti, cuatro ministros, varios viceministros y veintisiete diputados del Majilis (Parlamento iraní).

Las víctimas de este atentado fueron enterradas un día después, junto con los restos mortales del director de la prisión de Evin (Teherén), que fue muerto a tiros el 29 de junio pasado.

El 5 de agosto, dos días después de que la violencia política se cobrara trece muertos y veinticinco heridos en la ciudad de Kermanshah, murió en Teherán, víctima de un atentado, el cofundador e ideólogo del PRI, Hassan Ayat. Ayat fue muerto a tiros en el momento en que abandonaba su residencia en la capital iraní para dirigirse al Parlamento, donde ese mismo día fue aprobado, por 130 votos favorables de un total de 182 diputados asistentes, el nombramiento de Mohamed Yavad Bahonar como nuevo primer ministro de Irán.

El 14 de agosto, el mismo día en que fue secuestrado y desviado a Omán un avión de las fuerzas aéreas iraníes, un grupo de monárquicos iraníes exiliados se apoderó, frente a las costas de Cádiz, de una de las tres lanchas patrulleras que, fabricadas en Francia por encargo del tégimen del sha, acababan de se! entregadas a Irán.

El 24 de agosto, el Gobierno iraní dirigió un llamamiento a la población invitándola a una movilización general contra los saboteadores, autores de los ataques casi diarios contra guardias revolucionarios y dirigentes religiosos en todas las provincias del país.

Pero ni la movilización contra los saboteadores ni la ejecución de centenares de oponentes al régimen y la detención de otros muchos ha logrado detener la ola de atentados que ayer dejó a Irán nuevamente sin presidente y sin primer ministro, sólo 34 días después de que fuera proclamado el primero y veinticinco días después de que el Parlamento confirmara el nombramiento del segundo.