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España mejorará los tratados bilaterales con EE UU al ingresar en la OTAN

«Estados Unidos (EE UU) ha sido siempre partidario de ayudar a todo aquel país que se mantiene dentro de una alianza multilateral. En el régimen anterior, la OTAN no quería nada con nosotros porque no éramos una democracia. EE UU da más facilidades, es más generoso con aquellos países que han aceptado ser miembros de la Alianza».

Con estas palabras, el secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Carlos Robles Piquer, confirmaba ayer a Radio Nacional de España la conveniencia de posponer la firma de los tratados bilaterales al ingreso de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).Ayer, los negociadores españoles, encabezados por Robles Piquer, y los norteamericanos, bajo la presidencia del embajador Todman, mantuvieron la quinta ronda de negociaciones para la firma de los acuerdos España-EE UU, cuya vigencia expira el próximo día 21 de septiembre. Es muy probable que para esa fecha no se haya logrado aún un acuerdo entre ambas delegaciones para renovar el pacto bilateral de 1976, por lo que, según se ha informado a EL PAIS, se intentaría prorrogar su vigencia hasta más adelante, en base precisamente a anteponer el ingreso de nuestro país a la Alianza Atlántica a la firma de los acuerdos.

El tema de la incorporación española a la OTAN fue tratado sin duda en la reunión de ayer, celebrada en la sede madrileña del Consejo Hispano-Norteamericano, y cuya duración estuvo próxima a las tres horas.

La delegación española remitió a la norteamericana en días pasados un nuevo borrador -el quinto desde el inicio de las negociaciones, el pasado 26 de mayo- de lo que podría ser el texto del próximo tratado hispano-estadounidense, informa la agencia Efe.

Ese texto serviría de base para la discusión de las modalidades del próximo tratado entre España y Norteamérica. Fuentes diplomáticas españolas han asegurado que España intenta mejorar el compromiso de defensa mutua hasta ahora pactado entre ambos países y ha sido precisamente el intento por parte española de conseguir inclinar la balanza en favor de los intereses de nuestro país lo que ha atascado las. negociaciones, va que cuando el secretario de estado nortearnericano sometió la propuesta española al Congreso y, al Senado de EE UU, los miembros de ambas cámaras lo rechazaron enérgicamente. (Véase EL PAIS del pasado sábado, día 22 de agosto.)

Lo que los negociadores españoles han pretendido durante las sucesivas rondas conjuntas de deliberaciones ha sido incrementar sustancialmente las contrapartidas en materia económica y de tecnología avanzada, así como el compromiso por parte de los norteamericanos de equiparse de productos españoles, tales como calzado militar, ropa de uniforme y piezas de recambio.

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Igualmente desea España lograr un grado de cooperación en la fabricación de armas y componentes que permita a nuestra industria bélica un desarrollo mayor, acorde con los planes del Ministerio español de Defensa.

El acercamiento de posturas logrado ayer, según las declaraciones de Robles Piquer, ha sido posible en lo que afecta a «lo que podríamos llamar la parte civil que regula las relaciones económicas, la cooperación científica y tecnológica, la cooperación socio-cultural y educativa, aunque nos queda todavía ajustar muchos detalles, pero los textos están convenidos».

«Los acuerdos en materia defensiva», prosiguió Robles Piquer, «significan que España autoriza a EEIUU a la utilización, en ciertas condiciones, de algún punto de nuestro suelo nacional, tales como los puertos o aeropuertos de nuestra soberanía». En el apartado cultural se ha incrementado, asimismo, la ayuda financiera de Estados Unidos, acordándose una cuantía próxima a los 35 millones de dólares.

Por otra parte, y en relación con el ingreso de España en la OTAN, nuestro corresponsal en Murcia informa que el ministro del Interior, Juan José Rosón, ha efectuado unas declaraciones al periódico regional Línea en las que asegura que «el Gobierno no se opone a la celebración de un referéndum popular sobre la entrada de nuestro país a la Alianza Atlántica, pero la fórmula que ha decidido garantiza suficientemente los intereses españoles y es democrática».

El contencioso gibraltareño

Respecto a la negociación con Gran Bretaña para la devolución del peñón de Gibraltar a la soberanía española, Rosón señalaba en las citadas declaraciones que «a nadie se le puede ocultar que un hecho como la entrada de España en la OTAN favorece evidentemente, las aspiraciones espanolas sobre Gibraltar».

Por otro lado, mientras el Gobierno español y el Ministerio de Asuntos Exteriores continúan sin hacer ningún comentario oficial sobre la publicación, el pasado domingo, en el diario londinense Sunday Times, del deseo español de proponer la conversión de la base militar gibraltareña en una base de la OTAN, el Parudo Socialista Obrero Español (PSOE) difundió ayer un comunicación en el que rechaza que el pase a manos de la OTAN de la base de Gibraltar signifique una contrapartida favorable a los intereses españoles.

«La base de Gibraltar», dice textualmente la nota socialista, «es ya una base de utilización de la OTAN, por tanto no significa ninguna contrapartida Por Parte británica a nuestro ingreso en la OTAN. Difícilmente podemos entener que nuestras Fuerzas Armadas pueden participar en operaciones militares en la base de Gibraltar bajo bandera inglesa».

Pese al escepticismo socialista, el diputado centrista por Granada Arturo Moya, miembro de la Comisión de Defensa e lnterior del Congreso, ha mostrado su conformidad con la idea: «Esa sería la salida lógica», ha dicho, «ya que uno de los argumentos ingleses para no abandorar Gibraltar es que España no pertenece a la OTAN ».

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