Obras Públicas amenaza la provisión de agua potable a Zaragoza
La provisión de agua potable a la ciudad de Zaragoza para casos de emergencia se verá seriamente amenazada si prosperan las tesis de la Comisaría de Aguas del Ebro. Este organismo, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, ha dado respuesta al Ayuntamiento de la ciudad, con una demora de cinco años y medio, sobre la captación de agua en la llamada curva de la Almozara, y ha puesto unas condiciones para que ésta se lleve a efecto, que, en opinión de los técnicos municipales, son imposibles de cumplir.De hecho, el Ayuntamiento viene empleando este servicio desde hace catorce años para casos que prevé la concesión inicial, el suministro de agua potable a la ciudad cada vez que no puede utilizarse el sistema habitual, el Canal Imperial de Aragón, bien por averías o por la limpieza u obras de revestimiento del mismo, lo que sucede, como mínimo, un mes por año.
La primitiva concesión, que estipula un caudal de aprovechamiento de 1,5 metros cúbicos por segundo, data del año 1957, cuando todavía no existía la Comisaría de Aguas del Ebro, que fue creada dos años mas tarde. Precisamente por este motivo, la primera consideración que hace la Comisaría es que desconoce la concesión a la que en su escrito califica de «totalmente abusiva»- y opina que debe procederse a la inmediata demolición de las Instalaciones.
Condiciones cumplidas
Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento solicitó, con fecha de 13 de marzo de 1976. una ampliación del caudal a 4.5 metros cúbicos por segundo y que las instalaciones a las que hace referencia la Comisaría fueron sustituidas por unas nuevas, costeadas por el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Ebro y realizadas bajo la dirección de este último organismo, que también depende de él y que están en pleno servicio desde hace dos años.Entre las condiciones que la Comisaría de Aguas pone ahora para la concesión sobresalen dos: el correcto funcionamiento de tres depuradoras en Zaragoza y la falta de compromiso de la Administración en el caudal que se conceda. La primera está prevista en el Plan de Saneamiento de la ciudad de Zaragoza, pero el municipio no puede acometerla por sus medios, ya que el coste de las tres depuradoras se eleva a 11.000 millones de pesetas y sobrepasa ampliamente el presupuesto total del Ayuntamiento, fijado en 7.621 millones de pesetas para este año. La segunda tiene, según los técnicos municipales, un matiz preocupante, y es que, una vez cumplidos este y otros requisitos, la Administración no responde del caudal que se concede.
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