Polémica por el emplazamiento de un puente internacional sobre el Guadiana

El pasado día 26 de julio se anunció en Lisboa la decidida resolución de los Gobiernos español y portugués de llevar a cabo la construcción del puente internacional sobre el río Guadiana, entre Ayamonte (Huelva) y Villa Real de Santo Antonio (Portugal), proyecto que supondría una inversión de ochocientos millones de pesetas. Aunque esta importante obra ha sido tradicionalmente reivindicada por sectores sociales del sur de España y Portugal, tanto en Villa Real como en Ayamonte existe inquietud y malestar ante el futuro emplazamiento que quiere darse al puente que uniría ambas zonas.Según un comunicado difundldo por la comisión mixta de Ayamonte y Villa Real -Integrada por los alcaldes de ambas ciudades, representantes del comercio y hosteleros y centrales sindicales de las dos ciudades-, la construcción del puente internacional del Guadiana debe efectuarse al sur de Ayamonte y al norte de Villa Real de acuerdo con el artículo primero de la ratificación del convenio internacional hispano-portugués firmado en Madrid en 1970.

Sin embargo, los Gobiernos español y portugués han optado ya por desestimar las bases del citado convenio y han fijado definitivamente una localización del puente a tres kilómetros al norte de Ayamonte y a seis de la parte norte de Villa Real de Santo Antonio, tras los estudios técnicos elaborados por funcionarios de la Administración portuguesa, según ha informado a EL PAIS el alcalde de Ayamonte (independiente), Juan Antonio González Sánchez.

Intereses locales e intereses generales

Este alejamiento del puente del casco urbano, de ambas ciudades, no es aceptado por la mencionada comisión hispano- portuguesa de Ayamonte y Villa Real, ya que sus respectivos sectores comerciales y hosteleros sufrirían cuantiosos daños económicos, al no verse amparados por la espectacular corriente turística que origina la frontera fluvial del Guadiana. El pasado año atravesaron el citado puesto fronterizo de Ayamonte, a través de transbordadores, un total de 1.500.000 personas. Esta excepcional afluencia turística -base de la actividad laboral y económica de ambas ciudades- es la que temen perder con el distanciamiento del, puente internacional.Tras una larga serie de reuniones entre diversos estamentos municipales, la comisión mixta establecida por dichas localidades se ha dirigido a los Gobiernos de Portugal y España, a través de un manifiesto hecho público para reiterarles que «las obras públicas se deben hacer en beneficio de los administrados sin ignorar sus intereses».

Por su parte, el alcalde de Ayamonte, Juan Antonio González Sánchez, ha manifestado a EL PAIS que «hasta ahora los Gobiernos de Portugal y España han ignorado los intereses de Villa Real y Ayamonte», y que por lo que respecta a su ciudad «jamás se le ha dado cuenta de los anteproyectos, presupuestos, convenios, sondeos y soluciones sobre el puente internacional».