General Motors se asocia con dos empresas japonesas de automoviles

La supervivencia de las grandes compañías automovilístícas del mundo dependerá, a partir de ahora, de su capacidad de ofrecer coches pequeños, con motor de mil centímetros cúbicos o menos, y de muy poco consumo de gasolina. Esta es la opinión de los especialistas del motor de Japón, tras conocer el acuerdo entre la General Motors y las compañías niponas Isuzu Motors Ltd.y Suzuki Motor Co. El acuerdo, hecho público en Tokio, tiene como objetivo precisamente la producción conjunta de automóviles de esas características.

Las dos grandes japonesas, Toyota y Nissan, van a tener ahora una competencia muy dura en el mercado de los coches pequeños. Aseguran los expertos que el gigante de Chicago, con la ayuda de las dos empresas japonesas, está dispuesto a ganar la batalla de lo que ya se llama el coche de los ochenta; es decir, un automóvil pequeño de gran calidad y con bajo consumo de gasolina.En este sentido, la General Motors cuenta con la gran experiencia de la Suzuki, especializada en la fabricación de motocieletas y de miniautomóviles. Esta experiencia permitirá el desarrollo de los coches S de la General Motors, cuya fabricación se ha ido aplazando.

En medios automovilísticos japoneses se estim a que Toyota está un poco inquieta, tras el congelamiento de sus negociaciones con la Ford, debido, sobre todo, a la amenaza del boicoteo árabe y a las perspectivas del acuerdo tripartito General Motors-Isuzu-Suzuki. En estos medios se destaca que Toyota está por detrás de Nissan -fabricante de los coches Datsun, que pasan ahora en todo el mundo a llamarse Nissan- en cuanto a estrategia global automovilística.

Nissan, que tiene firmado un acuerdo con la Volswagen, ha anunciado sus planes de construir una factoría en el Reino Unido, y tiene el 37% de acciones de la compañía española Motor Ibérica, además de haber constituido con Alfa Romeo una empresa.

Toyota vende actualmente un coche de mil centímetros cúbicos, el Charade, fabricado por su empresa filial Daihastsu Motor, pero los expertos consideran que esto no es suficiente para la gran batalla automovilística.

Otras compañías japonesas, como la Mazda, Honda y Mitsubishi, tampién pueden verse obligadas a modificar su estrategia mundial.

El acuerdo tripartito ha sido firmado en un momento especialmente crítico para la industria norteamericana, que vivió en julio el peor mes de los últimos veinte años, con descenso del 8% en sus ventas. La semana pasada, concretamente, fueron cerradas diecinueve plantas de ensambla,je de coches y camiones ligeros, medida que afectó a 15. 300 trabajadores. En este contexto, Chrysler ha anunciado a sus compradores descuentos de hasta mil dólares por unidad du, rante el mes de agosto, y General Motors ofrece financiación al 13. 8 %.

De esta situación no es ajena la industria japonesa, y en especial Toyota, que a finales de junio ya tenía matriculados en el extranjero diez millones de vehículos, sobre un total de 32 millones de coches japoneses.

La situación española

Por otra parte, mientras una diputada socialista del Parlamento europeo se quejaba el miércoles del aumento sensible de las exportaciones españolas de automóviles, indicando que entre tanto está cerrado el mercado español para la CEE, la Federación de Distribuidores de Automoción Españoles informaba ayer a Efe que durante el primer semestre se vendieron en España 13.000 vehículos de importacién. Esta cifra representa el 40% del descenso de las ventas interiores en enero-junio (ver EL FAIS de ayer), que ha sido el 10.8%. Mercedes, Volkswagen, BMW y Skoda son las principales marcas importadas.