Un capítulo de nuestra historia

(...) Es necesario considerar de una vez este asunto como un capítulo que ha sido importante pero que ya tiene que pasar a la historia para que, de esa manera, dejemos: de una vez de oír hablar de esta ya demasiado larga transición. España no necesita ya transiciones; necesita transitar por una política normal, en la que, por supuesto, existen todos los cauces para manifestar las discrepancias, pero nunca por la fuerza.No sabemos si el actual Gobier¡lo será el adecuado para resistir la tensión de este juicio. Lo que sí creemos es que una vez concitiidá la etapa del tórrido otoño que se nos presenta como prueba España necesita un Gobierno fuerte, capaz de acometer los problemas reales que la población plantea y capaz de llegar a la coyuntura electoral de 1983 (¿o tal vez antes?) en condiciones de resucitú la esperanza de la mayoría. El reto para todos los partidos políticos, y sobre todo para UCD; ya está planteado hace tiempo...